La cifra varía por días, casi por horas, pero a fecha de este lunes son exactamente 300 las personas migrantes que colapsan las salas de asilo del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde malviven entre basura, chinches y cucarachas. Otras 30 están pendientes de ingreso, según informan fuentes policiales a Infobae España. Además, 26 solicitantes de asilo escaparon de las instalaciones a finales de la semana pasada, poniendo en riesgo la seguridad en una infraestructura crítica.
Los tres centenares de personas migrantes se reparten en tres salas con aforos máximos de unos 50 individuos. La sala 4, la más desbordada en estos momentos, acoge a 166 peticionarios e inadmitidos, que conviven pese a que deben estar divididos. En la sala 3 se contabilizan 42 migrantes, mientras que en la 2, la habilitada de forma provisional por el Ministerio del Interior para solventar el problema, cohabitan 32 mujeres y niños pequeños.
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Mientras tanto, se busca a los 26 solicitantes de asilo que se fugaron de estos estrechos habitáculos entre el pasado jueves y la madrugada del sábado. El primer grupo lo hizo a través de un falso techo y el segundo, rompiendo una de las pocas ventanas que hay en las salas. El cristal aún no ha sido reparado y la zona permanece custodiada por efectivos policiales enviados por la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Precisamente, el jefe superior de Policía, Manuel Soto Seoane, visitó este lunes las salas de asilo del aeropuerto internacional para comprobar el colapso de las instalaciones y las condiciones de inseguridad en las que trabajan los agentes que las custodian. El mando ha tomado la decisión de reforzar la presencia de efectivos ante la crisis que se vive en Barajas desde finales del verano pasado, como había solicitado la Confederación Española de Policía (CEP) en un comunicado.
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El colapso es la imagen plausible del incremento de solicitudes de protección internacional, que marcaron un récord en 2023. La Oficina de Asilo y Refugio registró un total de 63.218 peticiones, un 37% más que el año anterior y la mayor cifra desde la creación de la oficina en 1992.
Marlaska lo calificó como un colapso “puntual”
El 22 de diciembre tres jueces de Instrucción de Madrid pidieron la toma de medidas urgentes ante la situación de hacinamiento e insalubridad detectada en las salas de inadmitidos y asilados del aeropuerto. Pasados unos días, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, afirmó que se trataba de un colapso “absolutamente puntual” y se habían tomado cartas en el asunto. Interior habilitó una sala destinada a acoger, principalmente, a mujeres y niños, pero la crisis continúa agravándose.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) remitió una carta al Defensor del Pueblo en la que pedía su apoyo ante la “situación crítica” de las personas migrantes en Barajas. El sindicato policial señala a Cruz Roja y Aena, responsables de la asistencia y servicios de limpieza de los asilados en el aeropuerto internacional.