Terroristas kurdos se enfrentaron el jueves a la policía y detonaron un coche bomba en Esmirna después de que su vehículo fue detenido en un puesto de control, provocando la muerte de un agente y de un hombre que trabajaba en el Palacio de Justicia. La explosión y el tiroteo en la tercera mayor ciudad de Turquía pusieron de manifiesto el deterioro de la seguridad en el país cinco días después de que un hombre armado matara a 39 personas en un club nocturno de Estambul en Año Nuevo.
Un video registrado con una cámara de seguridad muestra los momentos posteriores al estallido del coche bomba, cuando los atacantes se tirotearon con agentes de policía. Finalmente, dos de los terroristas fueron abatidos y un tercero logró escapar. Dos personas que aparentemente vendieron a los asaltantes el vehículo usado en el ataque fueron detenidas más tarde, indicaron fuentes de la seguridad.
Las primeras pesquisas indicaron que los responsables de la acción eran militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), señaló el gobernador de Esmirna, Erol Ayyildiz. Un segundo vehículo fue detonado en una explosión controlada. La policía sospecha que los asaltantes planeaban escapar en ese automóvil.
El viceprimer ministro Veysi Kaynak dijo que al parecer se estaba planeando un atentado mucho mayor, basándose en las armas halladas en el lugar del incidente. El gobernador informó que entre las armas había rifles Kalashnikov, granadas de mano y munición para lanzacohetes.
"De acuerdo a los preparativos, las armas, las bombas y la munición incautadas, se entiende que se estaba planeando una gran atrocidad", comentó Kaynak a los periodistas.
Con información de Reuters
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