Durante la visita de casi dos horas, el Papa no pronunció discursos y se encontró con 10 supervivientes de estos campos y 25 "Justos de las naciones", las personas que salvaron judíos.
Se trata del tercer pontífice que visitó Auschwitz después del polaco Juan Pablo II en 1979 y el alemán Benedicto XVI en 2006.
El papa argentino entró a pie y atravesó solo y en silencio el cartel de la entrada, tristemente célebre por el lema que reza en alemán Arbeit macht frei (El trabajo libera), con el que los nazis recibían a los deportados. Entre los presentes figuraba la violinista Henela Niwiska, de 101 años, sobreviviente al exterminio.
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blockquote class="twitter-tweet" data-width="550">El papa Francisco visitó los campos de Auschwitz y Birkenau con un recorrido en silencio https://t.co/dhqbofoMmE pic.twitter.com/V69hRVdGtf
— Infobae América (@InfobaeAmerica) July 29, 2016
Como gesto simbólico, Francisco encendió una lámpara y rezó en la celda subterránea donde murió el santo polaco Maximiliano Kolbe, franciscano como él.
El pontífice latinoamericano visitó también el campo de exterminio de Birkenau-Auschwitz II, donde murieron la mayor parte de las víctimas en cuatro hornos crematorios y donde estaban ubicadas las mujeres.