Thomas Bach le agradeció al Papa Francisco por “su compromiso con la misión de paz y solidaridad del Movimiento Olímpico”

Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), le agradeció al Papa Francisco su mensaje sobre la importancia del deporte “para construir puentes y fomentar relaciones pacíficas” al referirse a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que se realizarán este año en París.

El Papa Francisco recibió el sábado pasado a integrantes de la Asociación Deportiva Athletica Vaticana y en esa audiencia expresó: “Es significativo que esta reunión tenga lugar en los primeros días de 2024, que es el año olímpico y paralímpico. Pensando en el valor de la Tregua Olímpica, mi esperanza es que, en el momento histórico particularmente oscuro que estamos viviendo, el deporte pueda construir puentes, derribar barreras y fomentar relaciones pacíficas”.

Tras conocerse este mensaje de su Santidad, Bach le agradeció “por su compromiso renovado e inequívoco con la misión de paz y solidaridad del Movimiento Olímpico. Gracias por su fuerte apoyo”.

En la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, Francisco destacó que “el deporte es un medio para expresar los propios talentos, pero también para construir la sociedad. El deporte nos enseña el valor de la fraternidad. No somos islas: en el terreno de juego, no importa de dónde viene una persona, qué lengua o cultura habla. Lo que cuenta es el compromiso y el objetivo común. Esta unidad en el deporte es una poderosa metáfora de nuestras vidas. Nos recuerda que, a pesar de nuestras diferencias, todos somos miembros de la misma familia humana. El deporte tiene el poder de unir a las personas, independientemente de sus capacidades físicas, económicas o sociales”.

Sobre este poder unificador del deporte también habló Bach al referirse a los desafíos que afrontarán en los próximos Juegos Olímpicos, que se desarrollarán en un mundo lleno de conflictos. En su mensaje de fin de año, el dirigente alemán confió en que París 2024 sea “un símbolo de unidad y paz mundial”.

La Asociación Deportiva Athletica Vaticana surgió en enero de 2019 y un par de años más tarde la Unión Ciclista Internacional (UCI) fue la primera federación olímpica en incluirla como uno de sus miembros. En 2022, el neerlandés Rien Schuurhuis participó del Mundial en Australia y fue el primero en vestir los colores del Vaticano. “El ciclismo pone de relieve ciertas virtudes como la resistencia a la fatiga -en subidas largas y difíciles-, el valor -al intentar una escapada o afrontar un sprint-, la integridad de respetar las reglas, el altruismo y el sentido del trabajo en equipo”, expresaba el Pontífice sobre esa histórica participación.

El Papa Francisco destacó en la reunión en el Vaticano que “el deporte también nos muestra que podemos afrontar nuestros límites con paciencia y determinación. Cada atleta, a través de la disciplina y el compromiso, nos enseña que con fe y perseverancia podemos alcanzar metas que nunca creímos posibles. Este mensaje de esperanza y coraje es crucial, especialmente para los jóvenes”.

“El juego, pues, se compone de reglas que hay que respetar. Ganar con humildad y aceptar la derrota con dignidad son valores que el deporte enseña y que deben vivirse en la vida cotidiana para construir una sociedad más justa y fraterna”, agregó.

Si bien el Vaticano es un Estado y podría participar de los Juegos Olímpicos, no posee su propio Comité Olímpico y tampoco tiene hoy como objetivo formar parte de la cita más importante del deporte. Sí, por ejemplo, tiene un equipo oficial de atletismo (afiliado a la Federación Italiana de Atletismo); selecciones de fútbol que juegan torneos no oficiales (no es miembro FIFA), Vatican Cycling integra la Unión Ciclista Internacional y con Sara Carnicelli tuvo por primera vez representación en un evento multideportivo internacional como los Juegos Mediterráneos en Orán, Argelia, en 2022.