Desconcierto y miedo: las farmacias uruguayas todavía no se animan a vender marihuana

Los 50 establecimientos que se habían sumado al proyecto de cannabis legal, plantean dudas sobre su distribución. En ocho departamentos del país no se va a vender la sustancia porque no quieren sufrir los posibles daños por ser las "pioneras".

"Por el momento no sabemos nada sobre la venta de marihuana, sólo nos enteramos de lo que pasó cuando salió el tema en los medios pero a partir de ahí no nos bajaron más línea", dice Ana, empleada de una farmacia del barrio de Carrasco en Montevideo, que al igual que muchos de los consultados, pidió mantener reserva sobre su apellido. A dos cuadras de este local, Pedro, que trabaja en una cadena importante de farmacias, asegura que ellos no van a vender la sustancia. A pesar de que la ley de legalización del cannabis se aprobó hace tres años, hasta el momento el gobierno uruguayo no pudo terminar de implementar el tercer eslabón de la distribución del cannabis.

"Creo que para vender esta sustancia deberíamos cambiar la infraestructura del local, por seguridad para los clientes. No estamos al tanto del control policial que habrá cuando empiece a venderse y eso nos da miedo", asegura Sandra, de otra farmacia ubicada en la Ciudad Vieja. La mayor preocupación por parte de las 1.200 farmacias del país es la seguridad del proyecto de regulación del cannabis. Es por eso que al principio se inscribieron sólo 50, lo que según el Presidente de la Junta Nacional de Drogas, Juan Andrés Roballo, no llega a cubrir la demanda de todos los interesados en Uruguay que, según los últimos sondeos, son alrededor de 128.000 potenciales consumidores.

Antes de que las farmacias puedan comercializar el producto, los usuarios deberán registrarse previamente en las oficinas del Correo con todos sus datos personales y el registro de huella digital. En la actualidad no hay información a cerca de los potenciales clientes para que puedan preparar el terreno para cubrir la demanda. A partir de aquí, podrán retirar una bolsa con 10 gramos de cannabis charrúa por semana y hasta 40 gramos mensuales.

Según Alejandro Antalich, Vicepresidente del Centro de Farmacias del Uruguay (CFDELU), "el gobierno dice que está ley se hizo para combatir al narcotráfico, pero para hacerlo está poniendo a las farmacias como escudo y es por eso que los asociados tienen miedo".

En el último año, hubo un aumento de las rapiñas en el país, siendo justamente los locales que venden medicamentos los más afectados. Se trata de robos rápidos y violentos ya que los agresores tienen en cuenta que la policía llega al lugar del delito cada vez más rápido. El pasado miércoles 24 de agosto hubo un robo en un local situado en el barrio de Maroñas donde un policía mató a uno de los delincuentes. Este hecho causó mayor temor en el sector, que asegura que "nunca hubo comunicación con el Ministerio del Interior sobre la venta de cannabis".

"Y otro elemento muy importante, es el tema cultural y así nos lo han manifestado las tres organizaciones que nuclean a las farmacias, especialmente las del interior del país. Efectivamente, quieren saber cómo va a funcionar esto y qué efecto va a generar, pero no tanto en lo que tiene que ver con la seguridad -por lo menos, de acuerdo a lo que me han trasmitido a mí directamente- porque, como ustedes saben, en las farmacias se venden cosas mucho más caras, sino con los temas vinculados a cuestiones culturales, en lo que respecta a apoyo, rechazo de la sociedad en general. Imaginen que en un barrio o en un pueblo chico hay dos farmacias, una que expende marihuana y la otra no: el comerciante tiene el legítimo temor en el sentido de qué va a provocar esa venta en el cliente. Entonces, creemos que cuando se ponga en funcionamiento el sistema, van a adherir muchas más farmacias", aseguró Roballo en la sesión de la Comisión Especial de Adicciones del pasado 15 de agosto.

Para la Asociación de Farmacias del Interior (AFI), que nuclea a las establecimientos de todos los departamentos menos Montevideo, el tema de la imagen frente a los vecinos es lo que más preocupa. Aseguran que la gente es más conservadora y que no se verá con buenos ojos a los comercios que se adhieran a la venta de marihuana. "No creo que las farmacias se estén arrepintiendo y estoy segura que la cosa va igual", dijo Milton Romani, ex Presidente de la JND.

Queda claro que la distribución sólo pudo concretarse para los autocultivadores y clubes de membresía y que el proyecto de las farmacias viene muy lento ya que ni siquiera se abrió el registro en el Correo para que los usuarios se inscriban. Además, los dueños de los establecimientos no tienen más información al respecto y el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), que a esta altura ya debería haber conectado el lector de huella dactilar, no lo hizo. La distribución del cannabis está pactada cada 15 días y el producto deberá ser almacenado en un mueble que pueda guardar hasta 2 kilos, apartado de los demás medicamentos y no a la vista del público.

Contrario a las promesas del gobierno sobre las fechas aproximadas a la finalización de la implentacion de la ley 19.172, Antelich, que representa a las farmacias de la capital uruguaya, aseguró que "va a llevar más tiempo de lo prometido por las autoridades y al principio se inscribieron 50 locales y hoy en día muchas se arrepintieron. Hoy quedan menos de 20 farmacias".