Nadie se acuerda por estas horas que Quilmes y All Boys jugaron en el estadio Centenario un partido de fútbol correspondiente a la séptima jornada del Torneo Inicial, como consecuencia de los tremendos hechos de violencia que se dieron en la previa, como consecuencia de la feroz interna de la "Barra" del club del Sur. Una bestial trifulca dejó como saldo una decena de heridos, entre hinchas y policías, con apuñalados incluidos.
Más allá de lo que captaron las cámaras de televisión mientras se extendió el enfrentamiento entre los violentos, algunos simpatizantes que se acercaron al lugar de los hechos, para observar un espectáculo deportivo, registraron con sus teléfonos y cámaras la "batalla" que recorrió el mundo. Fue así como en las redes sociales comenzaron a conocerse videos "caseros" que muestran claramente el inicio de las peleas cuerpo a cuerpo entre los inadaptados.
Mario Becerra, hijo de "Dedo", ex líder de la hinchada, fue quien peor terminó y todavía lucha por su vida, después de ser salvajemente agredido por un grupo cercano a los 15 individuos. De remera roja, incluso fue golpeado cuando yacía inconsciente en el piso, con patadas y un cajón de cerveza. Lo mismo sucedió con uno de sus laderos, con vestimenta de color negra, ya que quedó tendido tras la gresca infernal.
Al respecto, dirigentes como Aníbal Fernández y Andrés Meiszner se desligaron del episodio y también trascendió que un puñado de internados se escapó del hospital sin el alta médica por temor a resultar detenidos.