Una frase bastó para que se encendiera el rumor. “Huelo amor”, dijo Katia Palma durante una entrevista, apuntando sin titubeos a Onelia Molina y Mario Irivarren. La presentadora se sumó así al creciente murmullo sobre un posible regreso sentimental entre los exchicos reality.
Con una mezcla de intuición y picardía, desató una nueva polémica frente a cámaras. Pero eso no fue todo. Horas antes, Vania Bludau, ex de Mario, ya había decidido involucrarse mostrando mensajes que, según ella, confirman el acercamiento. Las miradas giraron hacia el trío mediático, mientras cada palabra y gesto se convertían en noticia.
Katia Palma no se guarda nada: “Huelo amor”
Con su estilo directo, Katia Palma lanzó un comentario que causó revuelo en plena transmisión. Observando la dinámica entre Mario Irivarren y Onelia Molina, fue al grano: “Yo huelo amor, me encantaría que estén juntos”, expresó para Trome. La frase, lejos de ser una broma pasajera, pareció salir de una corazonada que no dudó en compartir. Las cámaras captaron las sonrisas nerviosas, las miradas esquivas y la tensión flotando en el aire.
La conductora no tuvo problemas en recalcar su entusiasmo por volver a ver a la pareja juntos. Y si se trata de dar una mano, pues ella estaría dispuesta: “Me gustaría ser la celestina de esta historia de amor”.
Por otro lado, Palma todavía no fue capaz de confirmar su participación en el reality para la temporada 2026, pero confesó que le gustaría quedarse. “Si les gusta mi trabajo, imagino que me tendrán en cuenta”, sentenció
Vania entra en escena: “¿Qué dice acá?”
Pero el drama no se detuvo ahí. Vania Bludau, expareja de Mario Irivarren, apareció poco después, con lo que muchos interpretaron como pruebas de que el vínculo entre Mario y Onelia no es tan inocente como aparenta. “¿Qué dice acá?”, preguntó mostrando su celular, donde se veían fragmentos de conversaciones que alimentaban la sospecha.
Los mensajes, compartidos a cámara sin filtro, mostraban una cercanía que iba más allá del compañerismo. Vania no dio mayores detalles, pero su gesto fue interpretado como una especie de advertencia pública. Como si quisiera recordar que ella también tiene su lugar en esta historia.
Aunque no fue explícita sobre su intención, quedó claro que no le es indiferente el acercamiento entre su exnovio y su compañera de programa. La tensión aumentó en cuestión de minutos.
Onelia y Mario: silencios que dicen mucho
Mientras los comentarios se multiplicaban, los protagonistas del supuesto romance guardaban silencio. Mario Irivarren, visiblemente incómodo, optó por esquivar las preguntas y centrarse en el trabajo. Onelia, por su parte, respondió con evasivas y gestos ambiguos. “Estamos bien, somos amigos”, dijo en tono tranquilo, aunque sin negar del todo las versiones que circulaban.
Ambos han sido captados en actitudes cariñosas en más de una ocasión. Desde miradas cómplices hasta visitas fuera del horario habitual, el acercamiento no ha pasado desapercibido. Incluso se comentó que Onelia habría pasado la noche en la casa de Mario, aunque ninguno lo ha confirmado.
La falta de una declaración contundente alimenta aún más la especulación. En el mundo del espectáculo, el silencio a veces dice más que cualquier confesión.
El triángulo que desvela a los fans
El público, siempre atento a los vaivenes sentimentales de sus figuras favoritas, no ha perdido detalle de este triángulo. Las comparaciones entre Onelia y Vania son inevitables, y las redes se han convertido en campo de batalla emocional. Algunos defienden a Mario, otros apoyan a Onelia, mientras los seguidores de Vania celebran su aparente triunfo moral por adelantarse a lo que ya sospechaba.
Varios rostros del espectáculo han opinado sobre el tema. Algunos creen que el acercamiento es legítimo, que las segundas oportunidades existen. Otros, en cambio, lo ven como una estrategia de exposición. En cualquier caso, todos coinciden en que el tema ha captado la atención del país.
Lo cierto es que la historia está lejos de cerrarse. Cada mensaje que aparece, cada frase dicha o evitada, suma un capítulo nuevo a este relato de amores cruzados, celos televisivos y conexiones aún no resueltas.