En muchos hogares, las pilas se acumulan en cajones durante años. Lo que parece un simple residuo puede convertirse en un verdadero tesoro, si se les da una segunda vida. Las pilas gastadas contienen materiales muy valiosos como zinc, manganeso o níquel, que pueden reciclarse o reutilizarse, y descartarlas puede generar una gran contaminación ambiental.
Por eso, además de su valor material, estas pilas ofrecen una oportunidad única para cuidar el medio ambiente, ahorrar dinero y fomentar la creatividad en el hogar. Los metales que contienen pueden filtrarse y afectar a la salud de las personas y los ecosistemas. Sin embargo, cuando se gestionan de manera adecuada, se pueden transformar en objetos útiles y decorativos, evitando desperdiciar recursos y reduciendo la cantidad de residuos peligrosos que llegan a los vertederos. Es fundamental, eso sí, que antes de manejarlas comprobemos si las pilas han sido sulfatadas, presentan daños o fugas internas.
Ideas creativas para reutilizar en casa
Existen diversas formas de darle una nueva vida a las pilas usadas. Una de las recomendadas por el Diario Uno (Argentina) es la elaboración de un lapicero de estilo industrial. Solo se necesita un rollo de cartón duro, silicona caliente, pintura en spray y unas 15 pilas cilíndricas, que se peguen alrededor del tubo. Al final, se puede pintar y barnizar para lograr un acabado uniforme y moderno. De esta forma, lo que parecía basura se transforma en un accesorio útil y original para escritorios, mesas de estudio o rincones de la casa.
También se pueden crear muchos elementos decorativos, como marcos de fotos con pilas, figuritas (como un árbol de Navidad) o pequeños portavelas, usando las pilas como la estructura alrededor del vaso.
Un hábito que beneficia al planeta
Además de la reutilización creativa, las pilas también pueden aprovecharse a través del reciclaje responsable. Para evitar el daño ambiental, debemos reciclarlas en puntos limpios o contenedores específicos, que se pueden encontrar en establecimientos especializados, en puntos específicos o en las marquesinas de las paradas de autobús, en el caso de la Comunidad de Madrid.
Ecopilas, fundación sin ánimo de lucro que gestiona el reciclaje de pilas y baterías usadas en España, destaca que, de las más de 463.300 pilas que recoge diariamente en España, se recuperan al día entre dos y tres toneladas de hierro y zinc, respectivamente, además de 2,8 toneladas de otros metales, entre ellos cobre o manganeso.
La organización cuenta con la red de recogida más amplia del país, con 40.945 contenedores instalados en edificios públicos, grandes superficies, establecimientos comerciales y empresas de toda España. Alrededor del 85% de las pilas depositadas en estos contenedores son alcalinas o salinas, las más habituales en el entorno doméstico y utilizadas en aparatos de bajo consumo como radios, linternas, mandos a distancia y juguetes.
Estos componentes químicos y se reutilizan para así fabricar nuevas pilas u otros productos. Esta práctica reduce en gran medida la contaminación y permite que los metales valiosos regresen al ciclo productivo, convirtiendo un residuo peligroso en un recurso útil.