Ana María Serrano Céspedes, sobrina de José Manuel Restrepo, ministro de Industria y Comercio y de Hacienda en el gobierno del expresidente Iván Duque, fue asesinada el 12 de septiembre en su propia casa en México, por su expareja sentimental, Allan Gil Romero.
El 17 de septiembre, las autoridades mexicanas confirmaron la captura de Gil Romero, señalado como el principal sospechoso del feminicidio de la colombiana, ya se encuentra en prisión preventiva en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tlalnepantla.
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De acuerdo con la autopsia, la joven de 18 años murió por asfixia, pero también presentó un golpe en la cabeza y antecedentes de violencia de género en su contra, lo que confirmó que se trató de un homicidio.
El crimen se registró en el municipio de Atizapán, México, y de acuerdo con el testimonio de Ximena Céspedes, madre de la víctima, su hija había recibido amenazas por parte de Allán Gil desde el domingo 10 de septiembre, situación que se habría iniciado mientras ella estaba en un viaje por Europa.
En el informe se indicó que el mexicano de 20 años había planeado con antelación el asesinato de su expareja, con la que sostuvo una relación de año y medio. Las cámaras de seguridad captaron el momento en el que el joven llegó a la casa de la estudiante de medicina a bordo de un automóvil sin placas.
Luego de cometer el crimen, el sujeto habría acomodado el cuerpo de la joven de manera que pareciera que se había suicidado con una persiana.
La familiar de Ana María, que había iniciado la carrera de Medicina y anhelaba ser cardióloga, explicó que cuando le envió un mensaje entre las 4 y 6 de la tarde para saber cómo se encontraba, ella estaba estudiando sola con el perro: “No me contestó, y después de 15 minutos me llegó el mensaje de ‘esperáme un tantito’, frase que mi hija en su vida diría”, relató en diálogos con Blu Radio. Al recibir este mensaje le pidió al vecino que fuera a revisar a su casa y se encontró con que la joven ya estaba sin vida.
Primera audiencia
El 18 de septiembre se llevó a cabo la primera audiencia por el crimen, allí, las autoridades revelaron detalles inéditos del asesinato, señalando que el sujeto había buscado en tres oportunidades a Ana María el 12 de septiembre, día en el que habría terminado con la vida de la joven.
De esta forma, El Universal recopiló la evidencia presentada por la Fiscalía del Estado de México, en la que presentaron pruebas de las visitas del sospechoso a la vivienda de la víctima.
En el informe se detalla que Gil Romero acudió a la propiedad por primera vez sobre las 3:55 a. m. en un vehículo marca Kia de color gris, pero sin placas de circulación, destacando que en ese momento utilizó un tapabocas negro y una gorra azul para intentar ocultar su identidad.
Luego de ello, Allan nuevamente fue visto en la propiedad a la 1:00 p. m., allí el vehículo sí tenía placas; en ese momento el hombre habló con la trabajadora de la casa, persona que le señaló que Ana María no se encontraba, ante ello, Gil Romero afirmó que volvería en la noche para entregarle un regalo.
Para la tercera oportunidad, Allan Gil sí ingreso a la vivienda sobre las 6:00 p. m., momento en el que Ana María se encontraba sola en la propiedad; allí habrían sostenido una discusión que terminó con el feminicidio.