"Usted ya los conoce", le dijo sonriente la canciller alemana Angela Merkel al papa Francisco cuando le entregó el obsequio que acostumbra el protocolo. Merkel no se equivocaba: el pontífice ya conoce el dulce de leche y los alfajores argentinos que Merkel le entregó este sábado en el Vaticano, luego de la audiencia privada que mantuvieron durante unos 40 minutos.
Según trascendió, los productos fueron adquiridos por la canciller alemana durante la reciente visita oficial a la Argentina. Además, Merkel también le llevó una colección de discos de Beethoven.
El Papa, por su parte, le entregó a la jefa de Estado germana una medalla con una rama de olivo "por el trabajo que hace por la paz" y tres de los libros que publicó desde que accedió al trono de San Pedro: su encíclica Laudato Sí y sus exhortaciones apostólicas Evangelii Gaudium y Amoris Laetitia.
Luego del cuarto encuentro entre ambos, el Papa y la canciller se mostraron sonrientes y cordiales.
De acuerdo con la canciller, Francisco pidió a Alemania que siga luchando por el acuerdo climático de París y "derribe los muros" que impiden la cooperación internacional, con lo que ilustró un marcado contraste entre su agenda y la política estadounidense.