El hijo menor de Michael Jackson celebró sus 18 años comprando una mansión que cuesta más de USD 2 millones

Recién cumplidos los 18 años y con millones en la cuenta del banco para celebrar, Prince Michael Jackson II, el menor de los hijos del fallecido cantante Michael Jackson, desembolsó 2,62 millones de dólares por su nuevo hogar.

La reciente propiedad de Blanket, conocido así desde niño, se encuentra ubicada en Calabasas, una localidad situada en el condado de Los Ángeles, reconocida por albergar mansiones de famosos, como Celine Dion, Will Smith, Larry Ellison, Jerry Seinfeld o las Kardashian.

Según la revista Variety, la vivienda mide casi 600 metros cuadrados y dispone de seis habitaciones.

Posee un garaje con espacio para tres vehículos, piscina, spa y una zona de barbacoa.

Construida en 1990 pero renovada por su anterior dueña, la residencia tiene un estilo mediterráneo.

Asimismo, la zona residencial cuenta con un servicio de vigilancia las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

El pequeño de la familia, que alcanzó la mayoría de edad el pasado 21 de febrero, decidió vivir en el mismo municipio donde se crió con su abuela Katherine después de la muerte de su padre, en 2009. Ahora, entre sus vecinos se encuentra el actor John Travolta, y vive justo al lado de la fiscal Marcia Clark, que dirigió el caso contra el ex jugador de fútbol americano O.J. Simpson.

En los últimos años sus hermanos mayores también han adquirido millonarias propiedades. Paris Jackson, de 21 años, compró en 2017 una casa en Topanga, al noroeste de Los Ángeles, por unos USD 2 millones. El mayor de los hermanos, Prince Michael Jackson I, de 23 años, desembolsó USD 2,2 millones por una residencia en la ciudad californiana de Rancho Palos Verdes, a una hora al sur de Calabasas.

La propiedad, ubicada en uno de los lugares favoritos de la estrellas de Hollywood, también dispone de un amplio jardín que rodea gran parte de la vivienda con árboles y setos que separan a Jackson del resto de sus famosos vecinos. La puerta de entrada está hecha de vidrio y hierro forjado y da paso a un vestíbulo de doble altura, con una escalera curva con moqueta y una gran lámpara de araña.

En la planta superior hay cuatro habitaciones, cada una con baño propio, y un gimnasio, de menores dimensiones en comparación con el resto de los espacios de la lujosa residencia. De acuerdo con la revista Variety, en la planta baja se encuentran la sala de estar, el comedor, una despensa y una amplia cocina con electrodomésticos de acero inoxidable de alta gama.

En la planta baja, la mayoría de los ambientes impresionan con elegantes pisos de madera, y la sala de estar, de gran tamaño, incluye una lámpara de araña de cristal y unas pesadas cortinas doradas que le dan un toque de realeza a esta casa del Valle de San Fernando.

La propietaria anterior rehizo el patio trasero, y ahora incluye una zona de barbacoa al aire libre con asientos con estilo bar y un amplio espacio con césped.

No sorprende que Jackson, a pesar de su juventud, pueda permitirse una casa de esta magnitud. Pese a su muerte y las denuncias que mancharon la imagen del cantante, el rey del pop sigue facturando millones al año, un dinero que reciben los tres hijos del artista.

Blanket, que nació a través de un vientre de alquiler, es el hijo del cantante que más alejado se ha mantenido de los medios de comunicación y de las redes sociales. Desde niño decidió quedar fuera del ojo público. Sus apariciones públicas son contadas.

Con Prince Michael Jackson I, con quien comparte su afición por los animales, las motos, la ciencia y la ciencia ficción, iniciaron hace nueve meses un programa en YouTube (Film Family) sobre cine. Sin embargo, se quedó solo en un episodio, que consistió en una crítica de la película Avengers: Endgame. Sus proyectos juntos han hecho que saliera de su anonimato y se lo pudiera ver en algún evento de Hollywood.

Prince Michael Jackson II también sigue los pasos de sus hermanos en el negocio inmobiliario.

El adolescente es conocido en la prensa como Blanket desde 2002, fecha en la que su famoso padre lo mostró cuando tenía solo nueve meses de vida ante sus fanáticos desde el balcón del tercer piso de su habitación de hotel en Berlín con la cara cubierta con una manta (blanket, en inglés). El apelativo, que perdura hasta la fecha, no es del agrado del joven, quien se hace llamar Bigi.

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