Un soldado del ejército murió durante un enfrentamiento entre una patrulla y presuntos remanentes de la guerrilla de Sendero Luminoso en un valle cocalero del este de Perú, informó este viernes el ministerio de Defensa.
El comando militar indicó que el ataque a una patrulla integrada por fuerzas combinadas de la policía y de infantería (del ejército) perpetrado por "delincuentes terroristas" dejó un soldado fallecido.
El incidente ocurrió en el distrito de Vizcatán del Ene, en la región Junín, una zona que forma parte de un valle cocalero donde se refugian remanentes de Sendero que protegen al narcotráfico, según las autoridades peruanas.
La zona de Vizcatán es patrullada desde hace más de dos décadas por militares.
En enero de 2021 los militares asentaron un duro golpe a la guerrilla al matar en esa región al número dos de Sendero Luminoso, camarada "Raúl", uno de los hombres más buscados en Perú.
Jorge Quispe Palomino, nombre real del camarada "Raúl", integraba la dirección del comité central de Sendero Luminoso que lidera su hermano Víctor Quispe Palomino, camarada "José".
Casi todos los líderes de Sendero Luminoso están muertos o presos, pero sus remanentes, liderados por el camarada "José", operan aún en el mayor valle de cultivos de hoja de coca de Perú, conocido por el acrónimo de VRAEM.
El fundador del grupo maoísta, Abimael Guzmán, murió en prisión en septiembre pasado donde pasó los últimos 30 años de su octogenaria vida. Siempre negó lazos con el narcotráfico y se separó de los remanentes.
Desde hace casi dos décadas, los sucesivos gobiernos han admitido que la guerrilla no está exterminada, que cuenta con unos 350 integrantes, de los cuales unos 80 están armados bajo el mando de los hermanos Quispe Palomino.
Perú es uno de los mayores productores mundiales de coca y cocaína. El VRAEM es un extenso valle cocalero que se extiende desde la selva sudeste hasta la selva central.
Sendero Luminoso surgió como una organización maoísta que lanzó una llamada "guerra popular" en mayo de 1980, que al cabo de dos décadas de enfrentamientos con el ejército dejó un saldo de 69.000 muertos y desaparecidos, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
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