Los principales partidos de la oposición de Brasil presentaron este martes un pedido a la fiscalía para investigar a la mandataria Dilma Rousseff por crímenes contra las finanzas públicas, según un documento firmado por sus líderes.
Siendo "consciente de la situación financiera, la presidente de la República permitió la realización de operaciones de crédito prohibidas, en año electoral, para el pago de gastos del Tesoro que no fueron contabilizados", señala el documento firmado por representantes del Partido de la Social Democracia (PSDB), principal opositor al gobierno izquierdista de Rousseff.
El pedido, dirigido al fiscal general Rodrigo Janot, se basa en documentos del Tribunal de Cuentas, que investiga si el gobierno utilizó recursos de la banca pública para financiar programas sociales, algo que está prohibido por la Ley de Responsabilidad Fiscal.
El documento está firmado por altos representantes del PSDB, del Partido Popular Socialista (PPS), del partido Demócrata (DEM) y Solidaridad (SD), cuyo objetivo común es apartar a Rousseff del cargo.
Además de violar la Ley de Responsabilidad Fiscal, la acusan de incurrir en el delito de falsedad ideológica, por supuestamente "maquillar" las cuentas públicas para generar "una equívoca sensación de regularidad".
Según informó el PSDB, a partir de este pedido, la fiscalía puede archivarlo por considerar que no existen elementos suficientes; abrir una investigación para recoger más pruebas; o directamente ofrecer una denuncia ante la Suprema Corte de Justicia.
Pero aun si la Suprema Corte decide investigar a la presidente, necesita el aval de dos tercios de los diputados para iniciar una acción en su contra.
Rousseff comenzó su segundo mandato en enero, tras unas reñidas elecciones contra el candidato del PSDB, Aecio Neves.
Brasil arrastra una larga estela de datos económicos negativos que le están obligando a adoptar una estricta política de austeridad para encauzar las cuentas públicas.
El gobierno anticipó esta semana que el PIB se contraerá 1,2% este año, un pronóstico incluso mayor que el del FMI (-1%), y las previsiones del mercado señalan que la inflación superará 8,3% y que la actividad retrocederá 1,24%, de acuerdo con la última encuesta entre operadores realizada por el banco.