Luciano Arruga, un adolescente de 16 años, fue visto por última vez en la madrugada del sábado 31 de enero de 2009, cuando volvía a su casa de Lomas del Mirador, partido de La Matanza, luego de haberse reunido con sus amigos. Por su desaparición, se abrió una causa judicial contra ocho policías bonaerenses, acusados de "desaparición forzada de persona".
Tras cinco años de incertidumbre, la Justicia identificó el cuerpo de Arruga. Fuentes judiciales confirmaron que el joven habría muerto atropellado por un vehículo el mismo día de su desaparición y enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita.
El accidente se produjo en Mosconi y General Paz, a 15 cuadras de la casa de la familia Arruga. El conductor que lo atropelló fue sobreseído por la magistrada Laura Bruniard, a cargo del Juzgado de Instrucción N° 16, ya que las pericias resolvieron que manejaba a velocidad normal. El conductor llamó al Same y a la Policía Federal y la jueza Bruniad consideró que no incurrió en "abandono de persona".
El día que Arruga fue atropellado intervino personal de la Comisaría 42. El joven fue trasladado con vida al Hospital Santojanni, donde falleció luego de una intervención quirúrgica. El cuerpo fue trasladado a la morgue judicial donde se realizó una autopsia y la Policía Federal le tomó las huellas dactilares.
Fuentes judiciales aseveraron que los resultados dieron negativo debido a que las huellas de Luciano Arruga no figuraban en los registros oficiales por no contar con pasaporte, DNI ni cédula actualizada. Recientemente, el juzgado Federal N° 1 de Morón, a cargo de Juan Pablo Salas, ordenó digitalizar la huella de Arruga, lo que permitió que el cuerpo de pericias de la Policía Científica la relacionara con el banco de datos que alberga las huellas de gran parte de los sepultados no identificados.
Ahora restan los estudios de ADN para arrojar un porcentaje inobjetable de certeza sobre la identidad. Con las últimas novedades, el juez Salas y el fiscal Sebastián Basso, a cargo de la causa por la desaparición de Arruga, preparan una batería de medidas que incluiría la exhumación del cuerpo.
Junto a Mónica Alegre y Vanesa Arruga, madre y hermana de Luciano, Verbitsky consideró que "sigue habiendo motivos de sospecha sobre el comportamiento" de los efectivos policiales contra el joven. "Hay interrogantes pendientes", agregó.
Testigos denunciaron que Arruga fue "levantado" por un patrullero de la Bonaerense y llevado a un destacamento de Lomas del Mirador, donde otros detenidos aseguraron que el joven fue "golpeado duramente y torturado". No era la primera vez que el adolescente había sido apresado. Sus familiares sostienen que la Policía "hostigaba" al chico porque se negaba a robar para ellos.
Por la desaparición de Arruga fueron apuntados ocho policías, que fueron desplazados finalmente en 2013, aunque no fueron procesados. La causa judicial fue caratulada durante tres años como "averiguación de paradero", hasta que en 2013 cambió a "desaparición forzada", por lo que pasó al Fuero Federal.
En julio pasado, la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Gustavo M. Hornos, Juan Carlos Gemignani y Mariano Hernán Borinsky, le dio impulso a la investigación al dar lugar a una acción de hábeas corpus interpuesta por la madre y hermana de Luciano Arruga. En esa oportunidad, la Cámara ordenó que se busque al joven y cuestionó duramente lo investigado hasta el momento.
Pese a esto, y pasados cinco años, no hay detenidos ni procesados.