Juan Román Riquelme salió a jugar, tal vez, su último superclásico del fútbol argentino y cumplió con su parte. Pero en un abrir y cerrar de ojos cambió la portada de los diarios. Había convertido a los 22 minutos de la etapa final el gol del empate con un tiro libre brillante.
Cortó una racha de 49 partidos sin marcar por esa vía el Xeneize y, en lo personal, él no lo hacía desde 2012. Pero cuando se jugaban 38 minutos del segundo tiempo se fue reemplazado por Carlos Bianchi y, 120 segundos más tarde, una mala salida de Agustín Orión acabó con un cabezazo de Ramiro Funes Mori para que River Plate se adueñe del partido. De pesadilla...
El "10" de Boca Juniors tiene contrato vigente hasta junio, mes en el que cumplirá 36 años, y aún es incierta su continuidad en el fútbol. Es muy cierta su posibilidad de retiro y este habría sido su último Superclásico. Aunque por ahora, tan sólo son suposiciones.
Ni el propio Román, ni el presidente Daniel Angelici, ni el director técnico de Boca Juniors tienen la certeza. La realidad es que Boca, una vez más está lejos de la lucha por el título y su líder es el último que se salva del incendio.
La Bombonera se fue preguntando si habrá sido su última función. Román demostró vigencia pese a las últimas lesiones que le hicieron perder varios partidos y no lo dejaron realizar la pretemporada. Es el alma de Boca, pero quedó en evidencia que con él sólo no alcanza.
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