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Mientras en el predio Pedro Pompilio Boca se preparaba para meterse en las semifinales de la Copa Libertadores, el presidente Daniel Angelici y Daniel Osvaldo gestionaron la salida del club y los términos del documento de la rescisión.
Se supo que el dirigente le informó al jugador que el club le iba a pagar hasta el último día de su contrato (31 de diciembre de 2016), respecto de lo cual Osvaldo intervino para decir que su decisión era cobrar hasta el 13 de mayo (día en que jugó con Nacional y luego ocurrió el escándalo que devino en su salida) y que el resto del dinero lo iba a destinar a las divisiones inferiores del club.
Osvaldo fue colgado por el entrenador Guillermo Barros Schelotto tras el comportamiento del delantero tras el partido de ida ante Nacional en el vestuario del Gran Parque Central, donde jugó solo los cinco minutos finales.
No alcanzaron las disculpas esgrimidas por el futbolista y Barros Schelotto cerró el caso, tal cual sentenció anoche tras la caída ante Estudiantes en La Plata. "Esta terminado" dijo el mellizo sobre el conflicto.
El presidente Angelici avaló al entrenador y esta mañana temprano determinó la salida del futbolista, urgido por el encuentro que pasado el mediodía iba a tener con junto a sus pares de otros clubes con el presidente de la Liga Española, Javier Tebas, en Ezeiza para poner en marcha la llamada Superliga argentina.
La buena para Boca fue la vuelta al trabajo en forma normal del uruguayo Nicolás Lodeiro, dos semanas después de haber sido operado de una rotura de meniscos.
En Boca no descartaban que el oriental concentre para el partido ante Nacional, el jueves próximo, por la revancha de los cuartos de la Copa Libertadores.
El que tiene las acciones en alza en el delantero Andrés Chavez, y así como en Boca se ilusionan con la chance de que Lodeiro esté en condiciones, dan con muchas chances al ex Banfield para jugar por Federico Carrizo ante Nacional.