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El cañón espacial R-23M Kartech, que se instaló en la estación espacial Almaz a principios de 1970, fue el arma soviética más secreta de la Guerra Fría. En las últimas horas, se dieron a conocer sus características y cualidades.
De acuerdo a lo que informa el portal ruso Hi-news.ru, el R-23M fue el producto de una profunda modernización del cañón de avión automático de 23 milímetros. El mismo fue desarrollado para defender las estaciones espaciales soviéticas de posibles intentos de inspección de parte de Estados Unidos o sus aliados.
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El sitio RT agrega que una de las primeras estaciones espaciales soviéticas, la Almaz, fue la primera candidata en concreto para la instalación de este tipo de armas. Esta estación tripulada se creó con fines militares, incluyendo la inteligencia.
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Fue probado en órbita el 24 de enero de 1974. El examen, que se realizó a bordo de la estación espacial Salyut-3, fue sin tripulantes debido al temor de que pudiera haber efectos negativos por las vibraciones de las detonaciones. Se llevaron a cabo disparos de al menos 20 proyectiles por control remoto.
El cañón fue desarrollado en el taller de Alexánder Nudelman, conocido por muchos importantes desarrollos técnicos de la Segunda Guerra Mundial.
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El arma automática R-23M Kartech podía alcanzar objetivos a una distancia de hasta cuatro kilómetros. La capacidad de disparar llegaba hasta 5.000 proyectiles por minuto.