Los radicales de Syriza rompieron con Tsipras y formaron un nuevo partido

El líder de Unidad Popular será el ex ministro de Energía Panagiotis Lafazanis, que defiende la vuelta al dracma como moneda nacional y ha sido muy crítico con las negociaciones entre el gobierno de Tsipras y los socios europeos, ya que se opone a la aplicación de nuevos recortes.

El flamante partido, que armará su propio grupo parlamentario con 25 diputados, deriva de la corriente radical de Syriza, la Plataforma de Izquierda, que el viernes por la mañana anunció que presentará su propia lista en las casi seguras elecciones anticipadas griegas, tras la dimisión de Tsipras.

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"La Plataforma de Izquierda contribuirá a la formación de un frente amplio, progresista, democrático y antimemorandum, que participará en las elecciones para imponer la cancelación de los memorandos (con los acreedores)", afirmó en un comunicado.

"Las elecciones que decidió provocar Alexis Tsipras tienen lugar para enterrar el 'no' del referéndum, las luchas del pueblo contra los memorando y su esperanza", añadió la nota.

Unidad Popular se convierte así en la tercera fuerza política del país, por lo que, según el procedimiento establecido por la Constitución, recibirá el mandato del presidente de la República, Prokopis Pavlópulos, para formar gobierno si la segunda fuerza política no lo consigue.

El presidente del partido conservador griego Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis, recibió este viernes el mandato para formar un nuevo Poder Ejecutivo, luego de que Tsipras renunciase a su turno, como líder de la primera fuerza.

Pero si como prevén los analistas Meimarakis no puede constituir un Gobierno, el turno pasará a Unidad Popular, que con sus 25 diputados pasa por delante del hasta ahora tercer partido, el neonazi Amanecer Dorado, que cuenta con 17 escaños.

La fecha de los comicios dependerá entonces de la utilización que hagan los partidos de su turno para formar Gobierno, pero sería entre finales de septiembre y principios de octubre.

Tsipras dimitió el jueves al asegurar que su mandato ha terminado tras pactar el

con las instituciones, y que ahora es el momento en que el pueblo griego decida mediante su voto si legitima su gestión.