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La primera foto es, sin dudas, la más grotesca de todas. Aunque parezca difícil de creer, una azafata muestra una bolsa con orina de un pasajero, que no tuvo ganas de pararse y caminar hasta el baño.
En esta se puede ver a un joven que se rehusó a ponerse una remera, a pesar de los reclamos del comandante de abordo.
"¡Remoción de bello facial en la fila 20!".
Nada más lindo que viajar con la compañía de un pie ajeno.
Para que el que orinó no se sienta tan mal, una familia dejó el pañal usado de un bebé debajo del asiento, y lo empujó hacia adelante, para compartirlo con la fila siguiente.
Increíblemente, algunos usuarios de Instagram defienden a la persona que decidió apoyar sus pies, con las zapatillas puestas, sobre la pantalla.
Alguien que se inventó una cama en el avión.
La impunidad en el uso de los pies parece ser el "crimen" más frecuente de estos pasajeros.
No es un basural. Así dejaron el asiento los pasajeros más sucios del mundo.
Cansado de estar sentado, creyó que hacer abdominales sería buena idea.
Una pareja sin demasiada vergüenza.