En medio de la polémica que generó la organización de la denominada Marcha del Silencio -prevista para el próximo 18 de febrero-, el vicepresidente de la DAIA y una representante de la oposición reforzaron el llamado a participar del acto que se hará en memoria de Alberto Nisman.
Luego de las críticas pronunciadas por referentes del kirchnerismo, que lo catalogaron como un acto político que apunta a desestabilizar al gobierno nacional, e incluso deslizaron la posibilidad de recusar a los magistrados que se sumen a la movilización, llegó la respuesta de los que adhieren a la marcha.
El vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, consideró que "la política atraviesa a la sociedad, por lo que no tiene nada de malo que haya política, el problema es que haya partidismo" en el acto. "Los que hoy denuestan son los que pedían que recuperemos la participación política", apuntó.
En el mismo sentido, el representante de la ONG judía señaló: "Yo conozco tres países donde la palabra oposición es una mala palabra; debe haber más, pero yo conozco tres, que son Cuba, Venezuela y Argentina. Eso es la democracia, que haya más partidos, si no, es monopartidismo".
Respecto de las razones que impulsan la movilización que irá desde el Congreso hasta la zona de Plaza de Mayo, Wolff resumió: "Nuestros pedidos son de justicia y para honrar al fiscal Nisman, sin banderas partidarias y en silencio.
"Todo el que se quiera sumar será bienvenido. De todos modos, lo más importante será lo que pase el día después, porque vamos a seguir reclamando", advirtió el vicepresidente de la DAIA. "Hay muchos que hemos perdido el miedo, no nos callamos más, estamos cansados de que nos lleven por delante los valores que involucran la dignidad, el libre albedrío, el pensamiento. Así que después de la marcha estaremos reclamando, con contundencia, con elegancia, con la voz calma, pero firme", aseguró.
Por su parte, la diputada nacional Laura Alonso (PRO) señaló en InfobaeTV que participará del acto "como una simple ciudadana argentina que cumple con la ley" y lo hará "con dolor, ese que algunos no parecen sentir", pese a lo que sucedió con el hombre que apareció sin vida en el baño de su departamento, con un balazo en la cabeza.
"Se ha muerto un fiscal después de denunciar a la Presidente. Y uno se pregunta: 'Si yo soy disidente o pienso distinto y lo digo, ¿me va a pasar algo?'. Si le pasó a Nisman, por qué no me puede pasar a mí, si toda la jauría en los programas oficialistas empieza a disparar verbalmente", señaló.
La legisladora de la oposición consideró además que "el oficialismo es el máximo responsable, porque es el que maneja los resortes del poder y ha sido el que utilizó los servicios de inteligencia de todas las fuerzas de seguridad, incluso sumando inconstitucionalmente al Ejército para espiar ciudadanos que piensan distinto".
"Lo que ha hecho el kirchnerismo es sembrar miedo y terror, con otros métodos. Han ido generando un clima de violencia que no empezó ahora, sino hace mucho tiempo, desde la agresión verbal, el insulto, la descalificación, el uso de la falacia ad hominem", criticó.
Al respecto, Alonso recordó que "esto fue sembrado ya en la presidencia de Néstor Kirchner. Lo que vino a hacer su esposa es potenciarlo y cosechar esa semilla autoritaria que fue plantada antes. Néstor tenía más cintura, era más gelatinoso; Cristina es mucho más fundamentalista, y construyó una secta de fanáticos que defienden lo indefendible a capa y espada", finalizó.