Pesadilla en un "pijama party" en La Plata: ladrones robaron a cuatro nenas de 9 años

Un delincuente rompió la puerta de la vivienda con un caño relleno de cemento y sorprendió a las menores en la madrugada. Las chicas, al escuchar el estruendo, intentaron huir de la habitación. "Fue un infierno de 30 segundos", contó la dueña de la casa

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Lo que iba a ser una noche diferente y llena de diversión, se convirtió en un momento de terror para cuatro nenas de 9 años. Ayer, hacia las 2 de la madrugada, en una vivienda del barrio La Cumbre de La Plata, un ladrón sorprendió a las menores que organizaron un "pijama party".


"Fue un infierno de 30 segundos", contó Laura Sánchez, la dueña de casa, al diario El Día. La mujer, además, estaba intentando dormir a su bebé de un año, mientras las niñas aún jugaban en una de las habitaciones. El delincuente ingresó a la casa tras romper la puerta de entrada con un caño lleno de cemento y sorprendió a cuatro chicas de apenas nueve años, que celebraban el "pijama party", aprovechando las vacaciones de invierno.


"Me imaginé que algo había pasado por el griterío de las chicas", recordó. "Lo primero que pensé fue que habían roto un vidrio. Cuando abrí la puerta para ver qué pasaba, entraron todas corriendo y vi a un tipo parado en el medio de la cocina con algo en las manos", dijo la mujer

Las chicas, luego del gran estruendo, divisaron la cara del asaltante e instantáneamente trataron de huir de la habitación. "Ni le vi la cara al tipo. Cuando pasaron las nenas para adentro, me di cuenta que una de las chicas estaba escondida abajo de la mesa", destacó Sánchez para después agregar que "como tenía el tele con las dos manos, no podía agarrar más cosas. Ni bien entré se fue corriendo, después escuché que un auto arrancaba afuera de mi casa".

La mujer siguió con el relato del horror: "Quedamos con media puerta destruida, tratando de contactar a los padres de las otras chicas. Lo que más me preocupaba es que no les pasara nada a las chicas", mencionó. La mujer expresó que le llamó mucho la atención las circunstancias en las cuales sucedió el robo: "Las luces de la casa estaban prendidas y hasta los vecinos de enfrente me dijeron que escuchaban los gritos de las nenas. Pero los tipos quisieron entrar igual. Hay que estar desesperado para hacerlo", aseguró.

"Fue una desgracia con suerte, porque no le pasó nada a nadie. Aún así, nosotros nos vamos de este barrio. Mi hija esta en la casa de sus abuelos, tiene miedo de volver acá. Encima son cosas que pasan todos los días, de noche se escuchan tiros. Así no se puede más", finalizó.