Cómo debe actuar una familia cuando es víctima de un caso como el del papá de Carlos Tevez

Son bandas que trabajan sin inteligencia previa y buscan dinero fácil. Los casos suelen empezar cuando los delincuentes se cruzan con autos de alta gama

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 Adrián Escandar 162
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Transitaban por Morón buscando víctimas al voleo como, probablemente, hacen todos los días. Es su trabajo. Pero ayer tuvieron suerte, aún no saben si de la buena o de la mala. El que se cruzó en su camino fue Segundo Tevez, papá del jugador de fútbol Carlos. La identidad de la víctima de turno les permitió conseguir un mejor botín por su liberación pero el caso tomó una impresionante notoriedad pública que ahora los tiene acorralados.

No fue casualidad. Las 8 horas de angustia que vivieron los Tevez se repite a diario en otras familias. Las bandas de secuestro exprés afloran en el oeste de la provincia de Buenos Aires y el caso de Segundo es uno más.

El fiscal Sebastián Basso explicó cuál es la modalidad de "trabajo". Son "bandoleros": asaltantes que buscan dinero fácil y se seducen cuando ven autos de alta gama en su camino. "En lo general, lo que se advierte es que no hay inteligencia previa, no hay una constante. El auto es una señal. Lo siguen para intentar ingresar al domicilio, realizar un secuestro exprés o ingresar al domicilio de la víctima", detalló en radio La Red.

El representante del Ministerio Público, que suele trabajar en casos similares al de Segundo Tevez, aseguró que en los últimos tiempos recrudeció esta modalidad aunque no supo determinar las causas. Hasta el momento, ninguno de los casos terminó con la muerte de la víctima. Sí en cambio, hubo delincuentes abatidos en enfrentamientos con la Policía.

Basso recomendó que lo más importante es dar aviso a la Policía. En general, cuando la Fiscalía interviene rápido, hay expertos que asesoran a las familias para que puedan llevar adelante las negociaciones con los captores. En algunos casos se logró incluso no pagar nada para conseguir la liberación de la víctima. En otros, se trabajó para reducir la cifra que exigían los delincuentes. "La intervención policial siempre es mejor que la no intervención", resaltó Basso.

En el mismo sentido se expresó el secretario de Seguridad, Sergio Berni. "Esto tiene que servir a la sociedad. Cuando pasan estos casos y los virtuales, lo primero que hay que hacer es llamar al 911", explicó.

Y argumentó: "La gente tiene que saber que nosotros tenemos un equipo de especialistas que trabaja los 365 días del año las 24 horas. Y también es muy importante la contención de la familia, porque con una familia que no está contenida puede terminar en una tragedia. Es importante que mantengan la confianza en la Policía".

A modo de ejemplo, Berni contó el caso de una familia cercana que recibió un llamado durante la madrugada de un falso secuestro. La víctima "habló" con su hija, que lloraba y pedía ayuda. El hombre juntó la plata y salió a la calle. Minutos después cayó en la cuenta de que la joven hacía un tiempo vivía en los Estados Unidos, pero por la angustia de la situación lo había olvidado.

El secuestro de Segundo fue monitoreado por las máximas autoridades en seguridad de la provincia de Buenos Aires e incluso el gobierno nacional. El secretario Berni admitió que estuvo cerca de la familia, que decidió pagar el rescate para no arriesgar la vida de su ser querido. El jugador de fútbol también movió contactos desde Italia.

El lugar en donde secuestraron a Tevez es una zona "caliente" del conurbano. Las estadísticas oficiales indican que el año pasado hubo 62 casos en esa jurisdicción. Aunque se cree que la cifra podría ser mayor si se toman los casos que no llegaron a judicializarse.

Fue en esa zona donde sufrió un asalto violento el arquero de Boca, Agustín Orión, cuando circulaba junto a su padre en una camioneta por Dolores Prats y la colectora del Acceso Oeste. En esa misma intersección se pagaron rescates de otros casos y la Policía sospecha que se trata siempre de la misma banda o de desprendimientos de ella. El eje es siempre el mismo: tener una vía de entrada y salida rápida.

El último caso en el Oeste fue el Ariel Diwan, productor y socio de Flavio Mendoza. Lo captaron cuando iba por Castelar y tuvo que juntar más de 100 mil pesos para lograr su liberación.