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La canción está plagada de lenguaje sucio, con algunos conceptos como: "Se condena la tolerancia, al diablo con las buenas maneras, la baja vida es invencible", o "Estoy parado al frente como un pelot…, en un país que se abre de piernas como una prostituta".
La música y la furia que transmite Ai Weiwei se inspiraron en los 81 días que pasó encarcelado. "Hay muchos presos políticos en China que está en peores condiciones que las que yo pasé. Cuando estaba detenido, los guardias me pedían que les cantara canciones para ellos… aun en un sitio como ése la gente todavía conserva algo de imaginación", señaló Ai.
El video fue dirigido por Christopher Doyle, un discípulo australiano del cineasta de Hong Kong Won Kar-wai. A lo largo de sus cinco minutos de duración, el artista representa la vida en la cárcel, vigilado hasta cuando hace sus necesidades en un baño cuyo inodoro está repleto de cangrejos.
También incluye prostitutas como parte del personal de la penitenciaría, y él mismo termina convertido en uno de ellos, tras ser afeitado y rapado por un niño.
"Aún no me han devuelto mi pasaporte, y las autoridades no han explicado por qué", contó Weiwei, que tiene proyectado representar a Alemania en la Bienal de Venecia, pero ante la situación, duda: "No estoy seguro si podré ir en estas condiciones".
En cuanto a sus canciones, su idea es editar un álbum que los especialistas incluyen en el género "hard rock" en los próximos meses, que tendrá el arriesgado título de La Divina Comedia, y que se espera que contenga más material sobre la vida en el país comunista. Elton John, que le dedicó un concierto en su gira 2012, es uno de los músicos que Ai menciona como inspiradores de su trabajo.