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La decisión, luego de que Paraguay (único país que no había dado la aprobación parlamentaria a su ingreso), fuera suspendido temporariamente del bloque, trae aparejadas ventajas de tipo económicas, pero también desventajas fundamentalmente del lado político e institucional, que pueden dificultar el buen funcionamiento del bloque.
Para la Argentina, en particular, Venezuela podría significar un aliado estratégico en la discusión con Brasil sobre temas de la integración.
Desde el punto de vista de las ventajas que la incorporación de Venezuela podría representar para el Mercosur, aparece en primer plano la posibilidad de obtener una mayor dimensión económica y comercial.
En segundo lugar, también aporta al Mercosur ampliando su significancia como productor de insumos y alimentos, dado que incorpora a uno de los principales productores mundiales de petróleo.
Los posibles beneficios también tienen una dimensión geopolítica, pues amplifica un bloque económico comercial con una estrategia de inserción mundial definida, y opuesta en esencia a la realizada por los países del eje del Pacífico.
Probables desventajas
Cabe destacar que por detrás de la decisión política persiste la incertidumbre sobre cómo avanzar en las distintas tareas pendientes para la incorporación plena (en particular, lo que se refiere a la internalización del acervo arancelario y normativo).
Otro aspecto es que, al ser el sostén del acuerdo eminentemente político, si se pierde la buena sintonía entre los gobiernos se puede diluir la integración y desprestigiar aún más al bloque.
También hay que considerar que puede hacer más difícil avanzar en negociaciones comerciales de relevancia, tales como las de Mercosur-UE.
Por otra parte, sumar un nuevo miembro tiene dificultades de consenso para tomar las decisiones fundamentales, puede sumar aún mayores dificultades y lentitud a la integración.
Finalmente, puede ser costoso incluir a un país que ha mostrado una relación conflictiva desde lo político con la comunidad internacional.
En particular, podría acercar al grupo regional a una zona de turbulencias con los EEUU y otros países del G8. De esta manera, el Mercosur debería ser capaz de absorber y canalizar esta incertidumbre, transformándola en un elemento positivo para la dinámica del bloque.
Desde el punto de vista de la Argentina
Debe tomar en cuenta factores adicionales, que no necesariamente coinciden con las implicancias para el Mercosur.
Así, las ventajas potenciales podrían ser evaluadas fundamentalmente desde una ópitca política, ya que Venezuela podría en principio significar un contrapeso frente al liderazgo de Brasil en la toma de decisiones en el bloque.
En cuanto a lo económico, habría que analizar la posibilidad de que Venezuela pueda aportar a la resolución de la problemática energética que afecta actualmente a la Argentina.
Desde lo comercial, podría contribuir a consolidar la estructura actual del comercio, teniendo en cuenta que son países altamente complementarios y con el cual la Argentina mantiene un elevado superávit comercial, sobre todo a partir de la exportación de alimentos y productos industriales.
En cuanto a las desventajas, está latente la posibilidad de un avance más lento en temas esenciales del Mercosur que pueden contribuir a reducir las asimetrías, tales como la integración productiva.
Además, una mayor integración con Venezuela no contribuye a despejar las dudas que en muchos países generan las últimas decisiones de la Argentina, tanto en términos de política comercial como de inversiones.
* Ex Secretario de Industria y director de abeceb.com