El felino de la selva peruana que come caimanes y es venerado en tribus indígenas

Es el máximo depredador de la Amazonía y posee la mordida más fuerte de todos los felinos

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Un jaguar, también llamado otorongo, cazando un caimán en la Amazonía. (Earthtouchnews)
Un jaguar, también llamado otorongo, cazando un caimán en la Amazonía. (Earthtouchnews)

Cuando se trata de grandes felinos, los leones y los tigres han dominado durante miles de años extensas áreas de África y Asia. Sin embargo, en la selva del continente americano, el máximo depredador es distinto, uno que posee características que lo vuelven un cazador implacable y una figura mística para las tribus indígenas en la Amazonía del Perú y otros países de la región: el jaguar, también llamado otorongo.

El jaguar (Panthera onca) tiene un cuerpo robusto que puede medir hasta 1,8 metros desde la nariz a la cola, todo cubierto por un patrón de manchas único. Sus piernas son relativamente cortas y fuertemente musculadas, lo cual le permite trepar árboles y saltar entre ellos. Asimismo, posee una cabeza grande, orejas pequeñas y redondas, y un pelaje corto y erizado.

Son animales solitarios, por lo que solo se juntan para aparearse. Luego, la madre cría sola a sus cachorros.

La mordida más fuerte de los felinos

Como pasa en el resto de las especies, las características físicas del jaguar son producto de una adaptación evolutiva a su hábitat.

Además de su destreza para moverse en la jungla, las dimensiones de su cráneo, su hocico corto, amplio y chato, le dan una mordida lo suficientemente fuerte como para cazar caimanes, una de sus presas favoritas.

¿Cómo lo logra? Se lanza sobre los reptiles mientras estos descansan o navegan en el río. Apunta su mordida directamente al cráneo y lo aplasta, matándolo en el acto. Luego hace uso de sus capacidades como nadador para sacar a la presa del agua.

Su mordida es incluso más fuerte que la del león y el tigre, animales mucho más grandes que duplican o triplican el peso corporal del jaguar (unos 90 kg en el caso de un macho adulto).

El jaguar también caza una diversidad de animales más pequeños. Según detalla la WWF, los venados, pecaríes, tapires, iguanas, capibaras, armadillos y monos forman parte de su dieta.

Figura mística

En la mitología inca, el jaguar representa al kay pacha, el mundo de aquí y de ahora, lo que se refiere al tiempo y espacio de los seres vivos.

Por su parte, en la selva, los médicos naturistas o chamanes más reputados, invocan la energía del jaguar como protección y fuerza para enfrentar a sus rivales.

Representación artística de Kay Pacha (2018). (Harry Chávez)
Representación artística de Kay Pacha (2018). (Harry Chávez)

Según estas creencias, algunos brujos incluso pueden convertirse en jaguares, pero pocos tenían la capacidad de volverse Runa Puma (”hombre jaguar” en quechua), un jaguar negro.

Esta figura hace referencia a los jaguares con melanismo, una característica genética que los vuelve completamente negros desde el nacimiento. A los felinos con esta condición se les llama pantera negra, pero no implica que sean una especie distinta.

Un relato perteneciente a la cosmovisión shipibo habla del Simpira (también conocido como el señor del Panshin Nete o mundo amarillo), representado como un gigantesco jaguar negro que posee cuernos de venado. Esta criatura utiliza sus patas delanteras para atrapar a los pecadores, a los cuales los convierte en bestias selváticas por toda la eternidad.

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