¿El asesinato de Colosio dio pie a la crisis del PRI? Beatriz Paredes recordó “la caída” del partido hegemónico

El próximo 23 de marzo se cumplen 30 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, excandidato a la Presidencia de la República del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por lo que los recuerdos o añoranzas de lo que pudo ser México en caso de no ocurrir el magnicidio aparecieron nuevamente en la opinión pública.

Sin embargo, las hipótesis no sólo versan sobre lo que pudo ser la nación, sino también del destino que tuvo el instituto político hegemónico, debido a que pasó de ser el ente que controlaba cada resquicio del Estado mexicano a no postular candidato único en las elecciones del 2024 y además estar en coalición con el Partido Acción Nacional (PAN), su histórico rival.

Sobre este tema habló la senadora del tricolor y exgobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes Rangel, quien se sumó a “los quizá” históricos; sin embargo, fue más allá y se atrevió a señalar que la muerte del político sonorense fue uno de las piedras que cimbró al PRI en la crisis de la que no puede salir.

Durante una entrevista, la legisladora calificó como “un golpazo” la muerte del priista para el partido que se fundó en 1929, ya que lo consideró el inicio de malas decisiones del partido y que desencadenó en lo que actualmente se ve del Revolucionario Institucional.

“El magnicidio de Luis Donaldo fue un golpazo y yo creo que un elemento fundamental de la crisis del PRI (...) el conjunto de errores posteriores en el PRI se vinculan mucho a que Luis Donaldo no estuvo en la Presidencia de la República”, refirió en el canal de La Chávez.

Y es que conviene recordar que tras la muerte de Colosio Murrieta, la cúpula priista quedó en jaque debido a que señalaron a personajes cercanos al gobierno de Carlos Salinas de Gortari como presuntos culpables del magnicidio, además de que seis años después perdieron por primera vez la Presidencia de la República y dieron paso a la transición democrática de la mano de Vicente Fox.

Lo anterior lo sustentó la priista al señalar a Luis Donaldo como la posibilidad de darle continuidad a la transición democrática al país, debido a que los años noventa no fueron idílicos para el instituto, pues comenzaron a perder gubernaturas, espacios en el Congreso de la Unión o en las legislaturas locales, lo que los llevaba a reconfigurar su actuar en el Estado mexicano.

Visiblemente afectada, Paredes Rangel recordó el camino que recorrió Luis Donaldo Colosio para no sólo ser candidato al ejecutivo, sino también un líder al interior del PRI, por lo que volvió a lamentar el hecho que ocurrió en Lomas Taurinas, Baja California: “Era nuestro líder, se convirtió en nuestro líder, no de manera espontánea y carismática, sino con un esfuerzo cotidiano y con una personalidad que le permitía hacerlo”.

Ahí no se frenaron sus apuntes sobre el hecho que marcó 1994, sino que se atrevió a asegurar que el oriundo de Magdalena de Kino, Sonora, no fue asesinado por el “sistema PRI” como muchas versiones apuntan, pues calificó éstas como parte del imaginario de la ciudadanía.

Para fundamentar sus afirmaciones, la senadora señaló que sería inaudito pensarlo, debido a que sería una traición al propio priismo, ya que los más afectados por el asesinato fueron los integrantes del Revolucionario Institucional al perder a su candidato a la presidencia.

“Lo que yo sí te puedo decir es una cosa: a Donaldo no lo mató el sistema PRI, de eso estoy convencida. ¿Por qué? Porque era nuestro candidato, porque quienes más fuimos perjudicados, fuimos los integrantes del PRI y los integrantes del Estado mexicano de esta etapa”, continuó.

La política tlaxcalteca reiteró su teoría de que el PRI no estuvo detrás de la pérdida de Colosio al explicar que la acción puso en riesgo la estabilidad política del país, algo que no ocurría desde la lucha de caciques en la Revolución Mexicana, por lo que sentenció que “nadie pone en riesgo, por gusto, el aparato que tiene que cuidar”.

Pese a lo anterior, comprendió que las teorías siguen vivas a casi tres décadas del hecho, debido a que las explicaciones de las autoridades pocas veces dejan satisfechas a las personas; sin embargo, recalcó en múltiples ocasiones lo que Colosio significó para el priismo, tanto así que indicó que se perdió una generación de políticos y ciudadanos tras el asesinato que modificó la reconfiguración política.