Un gato recorrió el campus universitario durante 4 años y obtiene el doctorado

Max, felino de 5 años, se ha convertido en una figura icónica en la Universidad Estatal de Vermont llevando alegría a estudiantes y profesores

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Max ha participado en visitas
Max ha participado en visitas guiadas y entrado en clases de psicología del campus de Castleton. (Ali Impomeni)

El gato Max se ha subido a las mochilas de los estudiantes, ha participado en visitas guiadas por el campus y más de una vez se ha paseado por una clase de psicología en el campus de Castleton de la Universidad Estatal de Vermont.

Este gato atigrado de 5 años figura incluso en la lista del personal de la universidad, donde tiene su propia dirección de correo electrónico.

Por eso, cuando la universidad le otorgó el título de Doctor Honoris Causa en Literatura, parecía obvio que, además de ser miembro del personal, formaría parte de la promoción de 2024. Max lleva muchos sombreros, expresó Rob Franklin, fotógrafo y gestor de medios sociales de la Universidad Estatal de Vermont.

La primavera pasada, Franklin acababa de empezar a trabajar en la institución cuando se dio cuenta de que el gato estaba por todas partes, y de que lo trataban como a una celebridad.

“Estaba hablando con un colega fuera de Woodruff Hall -el edificio principal del campus- cuando me di cuenta de que este gato deambulaba por ahí y todo el mundo lo saludaba”, dijo Franklin.

“Le pregunté: ‘¿Qué le pasa al gato?’ y me dijeron que venía al campus todos los días a socializar y que luego los estudiantes se lo llevaban a casa cuando anochecía”, explicó.

Ali Impomeni con Max. El
Ali Impomeni con Max. El minino recibe cariño de muchos estudiantes. (Ali Impomeni)

Max vive al final de la calle de la entrada principal del campus con Ashley Dow y su familia, pero rara vez pasa el rato en casa, afirmó Dow. Desde que empezó a dejar salir a su felino cuando tenía un año, se dirigía directamente al campus universitario y se empapaba de la atención de los estudiantes.

“Suele ir por la mañana, sobre las 8, cuando me voy a trabajar, y vuelve a casa a tiempo para cenar, o uno de los estudiantes viene a dejarle”, contóa Dow, profesora de educación especial.

“Deja que cualquiera le recoja y a todo el mundo le encanta quererle. Puedes ver cómo el estrés desaparece de las caras de los alumnos cuando ven a Max correr hacia ellos para que lo abracen y lo acaricien”, manifestó.

Franklin tomó algunas fotos de Max y las publicó en Facebook el otoño pasado bajo el título “¿Quién es Max?”. También colgó una historia sobre Max que fue publicada en 2021 por el periódico estudiantil, el Castleton Spartan.

“Las fotos recibieron una respuesta tan positiva que estaba planeando usar una de ellas para felicitar a los graduados de este año en una publicación en las redes sociales”, expresó Franklin. “Pero entonces pensé: ‘¿Y si hacemos que Max forme parte de la clase [de graduados]?”, agregó.

Ali Impomeni creó un santuario
Ali Impomeni creó un santuario para Max hace dos años, cuando ya no venía tan a menudo cuando hacía frío. (Ali Impomeni)

Max llevaba cuatro años deambulando por el campus y sus 4.000 estudiantes universitarios, el mismo tiempo que se tarda en obtener una licenciatura, explicó.

“Aquí no entregamos títulos de doctor, pero pensé que sería divertido darle uno a Max”, aseguró Franklin, señalando que la Radio Pública de Vermont cubrió la historia.

Mandó hacer un diploma con juegos de palabras cursis sobre gatos y lo publicó en Instagram antes de la ceremonia de graduación de la universidad, el 18 de mayo. La foto del post mostraba a Max con un birrete de graduación del tamaño de un gato.

“Con un sonoro ronroneo de aprobación por parte del profesorado, el Consejo de Administración de la Universidad Estatal de Gatos de Vermont ha otorgado a Max Dow el prestigioso título de Doctor en Litera, con todos los beneficios de la hierba gatera, los privilegios del poste rascador y las responsabilidades de la caja de arena que conlleva”, se lee en el diploma.

Alumnos y profesores apoyan los elogios académicos de Max.

Ali Impomeni, estudiante de tercer año de medios de comunicación, dice que Max aparece los días que más echa de menos a los cuatro gatos que dejó en Albany (Nueva York).

“Ronronea y me sigue a todas partes; es el tipo más simpático con todo el mundo. Es divertidísimo que ahora tenga un doctorado, pero se lo merece”, expresó la estudiante.

El título honorífico de Max
El título honorífico de Max incluye “privilegios de rascador y responsabilidades de la caja de arena”.(ROB FRANKLIN / AP)

Impomeni, de 20 años, creó un pequeño santuario para Max hace dos años, cuando dejó de venir tan a menudo en invierno debido al frío. “Todo el mundo le echaba de menos, así que coloqué una foto suya en un marco y le puse unas velas”, contó. “Todos nos alegramos cuando empezó a hacer calor y volvimos a verle”, añadió.

Dow dijo que cuando Max empezó a visitar el campus, decidió ponerle un jersey con una nota adjunta, diciendo a los estudiantes que no era un perro callejero y que no le dieran de comer en exceso.

“También les pedí que lo dejaran en casa si lo veían después de las 5″, recordó la dueña. Se alegra de que Max alegre a los alumnos que añoran a sus propias mascotas.

“Todos velan por su bienestar. Si no lo ven durante unos días, alguien del campus me llamará para saber cómo está”, señaló.

A Max le gusta seguir a los estudiantes a través de las puertas automáticas y una vez acabó sentado en el escritorio del decano de la universidad, dijo. En otra ocasión, su apacible felino llegó a casa oliendo a perfume.

“Todo el mundo lo considera su animal de apoyo emocional. Es un gato al que le encanta la vida y la atención”, dijo la mujer.

Ella y los admiradores de Max dicen que no esperan que se le suba a la cabeza su título honorífico.

“Decidimos que no desfilara por el escenario para recibir su diploma, porque no queríamos estresar al gato, y tampoco queríamos eclipsar los logros de los estudiantes. A Max le parece bien”, declaró Dow.

(*) The Washington Post

(*) Cathy Free es una reportera especializada en historias de interés humano. Escribe para la sección Inspired Life de The Washington Post desde 2018.

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