Ecosistema de cero y laboratorio al aire libre: Surtsey, la isla que no puede ser visitada

En 1967, producto de una erupción volcánica, nació en Islandia una de las superficies más jóvenes del planeta. La isla está restringida al turismo convencional y sólo la pueden visitar un selecto grupo de investigadores. Por qué se convirtió en un paraíso para científicos y biólogos

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A 32 kilómetros del sur Islandia, se encuentra Surtsey, de poco más de cincuenta años (Flicker)
A 32 kilómetros del sur Islandia, se encuentra Surtsey, de poco más de cincuenta años (Flicker)

En Islandia se encuentra una de las islas más jóvenes del planeta: Surtsey. Emergió el 14 de noviembre de 1963, como consecuencia de una violenta erupción volcánica submarina producida a 130 metros de profundidad que desencadenó en el territorio de 2,7 kilómetros cuadrados. Luego de que finalizara la erupción, cuatro años después, la isla fue creciendo hasta convertirse en uno de los sitios geográficos predilectos por los científicos.

Hoy, Surtsey es un laboratorio biológico al aire libre, destinado a ser objeto de investigaciones y estudios por sus condiciones endémicas, por su componentes de flora y fauna, y por el aislamiento sufrido.

Entre piedras y rocas, las plantas crecen un centímetro por año
Entre piedras y rocas, las plantas crecen un centímetro por año

A pesar de que se creía que su existencia sería efímera, sigue siendo objeto de investigación para muchos biólogos y geológos desde hace más de cincuenta años. Conforme su trascendencia científica, las restricciones en la isla son cada vez mayores y obedecen a un criterio de resguardo del patrimonio y del ecosistema.

La importancia de esta isla 

La oportunidad de observar y registrar como se produce la colonización submarina y terrestre de una isla estéril es lo que convierte a este territorio ubicado a 32 kilómetros de la costa sur de Islandia en algo sumamente valioso.

Costa sur de Islandia con la playa negra Landeyjarsandur y las islas Vestmannaeyjar. De fondo, las Islas Westman
Costa sur de Islandia con la playa negra Landeyjarsandur y las islas Vestmannaeyjar. De fondo, las Islas Westman

Fenómenos como la evolución de un ecosistema desde cero es un fenómeno difícil de registrar ya que son pocas las islas que emergen jóvenes para ser investigadas, pero por sobretodo, que se mantengan por tanto tiempo como para poder seguir el proceso de establecerse como un territorio.

De esta manera, hace medio siglo que la isla Surtsey se encuentra en constante observación por su colonización de diferentes especies como hongos y bacterias, plantas que llegaban a través del aire o las corrientes marinas. Es un auténtico paraíso para los estudiadores, los investigadores y científicos del "nuevo mundo".

El territorio se encuentra habitado por diferentes especies de aves residentes o migratorias, más de 300 especies de invertebrados y cientos de vegetales y hongos. Conformaron así un nuevo ecosistema que se va desarrollando en simultáneo a las investigaciones. Fue así que en el 2008 fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Por qué no se puede visitar 

El acceso a la isla más joven se encuentra extremadamente restringido. Los únicos que pueden ingresar son un grupo reducido y selecto de investigadores.

Es así que cada vez que un nuevo profesional accede a la isla debe tomar extremas medidas de precaución y seguridad para prevenir la alteración del proceso natural de colonización, es decir, del desarrollo del ecosistema que tiene lugar en la isla que funciona como un laboratorio.

Cualquier científico que desee entrar a la isla debe ser revisado detalladamente para evitar que cualquier organismo, objeto o incluso semillas modifiquen el hábitat. Se encuentra prohibido el uso de aparatos que alteren el ecosistema y se pide que los desechos incluso humanos, no tengan contacto con la tierra.

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