Las paradas de autobús de Los Ángeles necesitan sombra, no sombritas

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Especial para Infobae de The New York Times.

La idea parecía simple: inventar una manera poco costosa de aumentar la sombra en las paradas de autobús de Los Ángeles durante el día y proporcionar luz por la noche.

Pero la propuesta, una estructura metálica perforada con un pequeño voladizo que llaman la “Sombrita”, ha provocado reacciones negativas de los críticos, que se han burlado del diseño, cuestionando su utilidad y si daría suficiente sombra.

La Sombrita se diseñó en colaboración con el Departamento de Transporte de Los Ángeles y Kounkuey Design Initiative, una organización sin fines de lucro dedicada al desarrollo y al diseño que trabaja en comunidades con pocos recursos. El plan pretendía resolver uno de los problemas que, según el ayuntamiento, más afectan a los residentes en las paradas de autobús urbano: carecen de sombra adecuada o son demasiado oscuras por la noche y resultan inseguras.

Solo se han instalado cuatro de estas estructuras en toda la ciudad porque el diseño sigue en fase piloto. Pero los residentes no tardaron en señalar que las estructuras proporcionaban muy poca sombra en las paradas de autobús en Los Ángeles, a menudo muy sofocantes.

“Apenas la vi, dije: ‘¿Qué es eso?’”, comentó Beatrice Ruiz, que vive en un complejo de apartamentos detrás de una de las paradas en Boyle Heights, un barrio mayoritariamente latino donde muchos residentes viajan en autobús.

El departamento de transporte dijo que los cuatro prototipos se instalaron entre las rutas que sirven a “comunidades de bajos ingresos” con “un número de pasajeros superior a la media”.

Ruiz, de 35 años, contó que por lo general ella usa su auto, pero a menudo observa a quienes esperan en la parada intentando refugiarse en la franja de sombra que hay tras un poste eléctrico. El miércoles, la nueva “sombrita” proyectaba una silueta moteada apenas más grande sobre la acera. “Es una broma”, dijo Ruiz. “¿No te parece que tendrían que haber puesto algo más grande? No sé por qué han puesto algo tan pequeñito”.

En Westlake, otro barrio de alta densidad de población mayoritariamente latina, los usuarios del autobús coincidieron en que las sombritas parecían servir de poco, al menos durante el día. “No creo que cubra mucho”, opinó Chelsea Oxlaj, una estudiante de Administración de negocios que toma el autobús al menos una vez a la semana.

Oxlaj, de 20 años, dijo que en los días más calurosos opta por pasear por el barrio en lugar de acalorarse en la parada del autobús. Pero tiene esperanzas de que las luces de la parada hagan que sea un poco más segura por la noche, cuando se torna notoriamente oscura.

“Aquí se pone muy oscuro”, relató Oxlaj. “Estoy segura de que va a hacer mucho bien”.

Las mujeres, especialmente las de color, tienen más probabilidades de sufrir violencia y acoso en el sistema de transporte público de la ciudad, según un informe reciente del Departamento de Transporte de Los Ángeles.

Los expertos afirmaron que los prototipos ponían de manifiesto la dificultad de desarrollar mejoras para el transporte público en ciudades dependientes del automóvil, pues las políticas favorecen a los vehículos personales. Según ellos, encontrar nuevas soluciones para el transporte público es de suma urgencia ya que las ciudades de todo el mundo intentan adaptarse a los efectos del cambio climático.

Natalia Molina, profesora de Identidad étnica y Estudios americanos en la Universidad del Sur de California, dijo que las instalaciones eran inadecuadas, sobre todo en los barrios más pobres, donde hay menos árboles.

“Llevar una ‘sombrita’ a zonas de Los Ángeles donde las temperaturas fácilmente pueden ser 5 grados Celsius más calientes, gracias a patrones históricos de racismo y desigualdad medioambientales, es como llevar un cuchillo a un tiroteo”, afirmó Molina.

Colin Sweeney, portavoz del departamento de transporte, declaró que la ciudad estaba “probando todas las soluciones posibles”.

“La Sombrita —enteramente financiada por subvenciones sin costo alguno para el contribuyente— no es un sustituto de inversiones críticas necesarias como paradas de autobús y alumbrado público”, dijo Sweeney en un comunicado el martes. “Este programa piloto está diseñado para probar formas de crear pequeñas cantidades de sombra y luz donde no son posibles otras soluciones inmediatas”.

Muchos detractores de las nuevas soluciones argumentaron que un árbol sería una solución más sencilla y ecológica. Pero eso no es posible en muchas de las aceras estrechas de Los Ángeles. Otros se burlaron de lo pequeñas que son las instalaciones. Pero cualquier estructura más grande requeriría un permiso, lo que retrasaría aún más cualquier alivio en las paradas de autobús de la ciudad.

Jarrett Walker, consultor en planificación y políticas de transporte público en Oregón que no participó en el proyecto, afirmó que añadir árboles o paradas de autobús más grandes es difícil porque las aceras son pequeñas en muchas ciudades estadounidenses dependientes del automóvil.

“Hemos heredado calles en las que todo el mundo espera que haya cuatro, o incluso seis, carriles de tráfico y un carril para estacionar”, explicó Walker. “La acera es el espacio que sobra después de haber asignado todo eso y, por tanto, la acera es inadecuada”.

Las estructuras de la Sombrita pueden instalarse en 30 minutos o menos, y su tamaño reducido hace que no necesiten permisos ni coordinación con otros organismos, según Kounkuey Design Initiative. Las estructuras se diseñaron no solo para dar sombra, sino también para utilizar la energía solar obtenida durante el día para iluminar la parada por la noche, según el departamento de transporte.

De acuerdo con Kounkuey Design Initiative, una instalación cuesta el 15 por ciento del precio de una parada de autobús típica, que puede llegar a costar hasta 50.000 dólares.

Fotografía facilitada por LADOT de La Sombrita, una de las cuatro nuevas instalaciones en las paradas de autobús de Los Ángeles diseñadas para proporcionar sombra durante el día y luz por la noche. (LADOT vía The New York Times).