Mariana Fabbiani: "Siempre pruebo primero con la homeopatía"

"Soy bastante obsesiva de la salud y averigüé mucho antes de empezar con la homeopatía ¡porque hay tanto chanta dando vueltas!", cuenta Mariana. "Me interesó mucho el tema, así que aprendí un montón; puedo decir que soy una homeópata frustrada", suma sobre esta rama de la medicina que tiene adeptos y detractores.

"Creo que que a veces se combate lo que no se conoce, y a medida que se difunde, está llegando a más gente", dice al respecto el doctor Eduardo Budman (MN 70410), médico homeópata unicista.

La homeopatía es un sistema médico terapéutico basado en el principio de la similitud -creado por el Doctor Samuel Federico Hahnemann-, y justamente es aquí donde reside la mayor diferencia con la alopatía (es decir, con la medicina tradicional que todos consumimos, al menos Occidente): mientras la primera se basa en la premisa de "lo semejante cura lo semejante" y "a mayor dilución, mayor potencia", la segunda se apoya en el postulado del "contrario"; es decir, los síntomas se combaten con la aplicación de sustancias químicas que se oponen a su manifestación. Y esto se ve reflejado en la formulación de los medicamentos y la preparación que cada rama propone.

Entonces la pregunta que surge es: ¿pueden convivir estas dos disciplinas? "Sí, pueden realizarse tratamientos en conjunto. La gran diferencia está en que la medicina tradicional trata de suprimir el síntoma; por ejemplo, damos un analgésico ante un dolor de cabeza, o damos un antialérgico ante una alergia, en cambio la homeopatía toma ese síntoma para tratar al paciente en forma integral, no suprimiéndolo", explica Budman.

Hoy en día, la posibilidad de conjugar ambas ramas es lo que le da a muchas personas el incentivo para acercarse a la homeopatía porque, entonces, no se sienten obligados a renunciar a la medicina tradicional y pueden obtener lo mejor de cada una. Una de ellas es Mariana, que no duda en darles un antibiótico recetado por un médico alópata a sus hijos en el caso de una gripe, pero que, como ella misma afirma, "siempre pruebo primero con la homeopatía".

¿El todo o las partes?

Para la homeopatía la causa de la enfermedad no se limita a los órganos ni depende enteramente de factores físicos: "Considera al enfermo en su totalidad, con sus emociones y personalidad, teniendo en cuenta cómo vivencia su enfermedad", explica Budman.

Según esta premisa, cada cual expresará su sufrimiento del único modo que tiene para hacerlo; por ello, la consulta al médico homeópata es de primordial relevancia, ya que el profesional debe individualizar a cada paciente, dándole un sentido a los síntomas expresados por el cuerpo y la mente, que siempre se manifiestan en conjunto.

Estela Rodríguez se convirtió en paciente homeopática permanente luego de un hecho familiar que la comprometió sentimentalmente: "Al fallecer mi papá y con los trámites que teníamos que hacer, mi cuerpo colapsó y un día me levanté con un sarpullido general", recuerda.

Por supuesto, inmediatamente la derivaron a un alergista. "Me dieron los medicamentos reconocidos para estos problemas, que me controlaban en el momento, pero el sarpullido continuaba. Un poco escéptica, pero recomendada por una amiga que concurría al homeópata, pedí un turno y fui al encuentro. Luego de escucharme y conocer mi historia clínica, me dijo que las afecciones de la piel casi siempre están ceñidas a cuestiones emocionales, por lo que me daría medicación para mi caso. Al poco tiempo mi recuperación fue total, lo que hizo que continúe y que haga que lo siga eligiendo después de diez años".

Justamente su mirada integral es lo que más destacan quienes abrazaron a la homeopatía como opción para su salud. "Las medicinas llamadas alternativas y complementarias plantean un enfoque más integrista, entendiendo cuerpo y mente como un todo, donde uno actúa sobre el otro, por lo que podremos ver que para diez pacientes con igual patología, habrá seguramente diez tratamientos diferentes", explica la licenciada Irene Scarlata, miembro de la Asociación Argentina de Medicina Integrativa.

¿Cómo es una consulta homeopática?

No hace falta relatar mucho acerca de la visita al médico alópata. Sabemos que si nos duele la panza, nos hará recostar sobre la camilla y palpará nuestro abdomen, así como si nos molesta la garganta tendremos que sacar la lengua y decir "aaaaah". Pero, ¿cómo es esto de que nos revisen integralmente? Eso mismo les preguntamos a los especialistas y todos coincidieron en que, en primera instancia, la escucha es fundamental.

Así, en una consulta homeopática el paciente relata el motivo de su visita, por supuesto, pero también cómo ha sido su historia de vida. Luego, el médico hace preguntas sobre lo relatado o sobre temas puntuales, para poder cerrar el cuadro. El siguiente paso es un estudio profundo sobre la historia clínica para, finalmente, recetar un remedio único, al menos en el caso de los unicistas.

"El individuo se enferma como consecuencia del desequilibrio de la energía vital y el trabajo que tiene el médico homeópata unicista es el de restablecer este desequilibrio, para estar sano en cuerpo y mente", cuenta Budman, para quien el ideal más elevado es restablecer la salud en un todo, de manera rápida, suave y duradera.

Dudas básicas

Si todavía te hacés muchas preguntas sobre este tema, te tienta pero no sabés si es para vos o si te puede funcionar, prestá atención a estas dudas que todos alguna vez hemos tenido:

-¿Es aplicable a cualquier persona? Sí, y a cualquier edad, inclusive a recién nacidos, niños, embarazadas y gerontes.
-¿Se puede tratar cualquier enfermedad? Sí, en homeopatía no hay limitaciones para tratar los síntomas de cada paciente.
-¿Los médicos homeópatas unicistas son profesionales? Sí, son médicos recibidos en la universidad como cualquier otro médico, que luego realizan un postgrado.
-¿Hay medicina genérica? No, cada paciente es distinto y a pesar de tener dos personas la misma enfermedad, cada uno va a tener ciertos síntomas que parten de su profundidad y que lo van a caracterizar.

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