¿Cuánto puede ayudar la tecnología a luchar contra la corrupción?

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Es una pregunta que desvela a organizaciones internacionales y al tercer sector que buscan luchar contra el flagelo de la corrupción que se lleva  aproximadamente el 2% del PIB mundial.

Según datos del Banco Mundial, las empresas y las personas pagan aproximadamente 1.5 trillones de dólares en sobornos cada año. Por eso, el grupo del BM considera a la corrupción como el gran desafío para sus objetivos cotra la pobreza extremapara el año 2030. Y es que cuenta con estudios empíricos que han demostrado que son los pobres quienes pagan el mayor porcentaje de sus ingresos en sobornos (En Paraguay, los pobres pagan 12.6% de sus ingresos en sobornos).

Sobre este tema, Infobae conversó con Mario Roset, director de Wingu, una ONG que busca "potenciar el trabajo de organizaciones y proyectos sin fines de lucro de América Latina a través de la incorporación de tecnología y metodologías innovadoras"

Mario Roset, director de Wingu
Mario Roset, director de Wingu

— ¿Hasta qué punto la tecnología puede colaborar en hacer más transparente la administración de lo público?

— Claramente la tecnología puede contribuir y ayudar a que las instituciones y la administración pública sean más transparentes. Me gustaría resaltar que puede "contribuir", pero no son una solución en sí mismas. Para luchar contra la corrupción se necesita una sumatoria de esfuerzos que deben hacerse desde distintos ámbitos.

La tecnología que tenemos disponible hoy nos permite hacer algunas cosas que hace algunos años – y no tantos –  no eran tan accesibles. Por ejemplo, la transparencia en la administración pública o el acceso a la información. También en temas de movilización ciudadana y en cómo a través de plataformas digitalesy tecnológicas, los ciudadanos estén más empoderados también para reclamar, para pedir y para acceder a esa información.

Otra cosa que nos permite la tecnología es poder generar información desde el punto de vista del ciudadano. Existe algo conocido como "datos generados por la ciudadanía". Están los datos públicos, que son los oficiales, algunos de esos se está trabajando para que sean abiertos, accesibles y podamos analizarlos.

Después están los datos privados, de las grandes empresas de tecnología que capturan un montón de información, y los generados por el ciudadano, como vos y como yo. Entre todos podemos generar cierta información que, desde el sector público no se está generando, o que se hace de un modo poco confiable – como pasó con el INDEC, por ejemplo  –

Los datos oficiales sobre violencia de género eran muy escasos. La tecnología sirvió como herramienta para aportar más información sobre este flagelo y tomar acciones al respecto
Los datos oficiales sobre violencia de género eran muy escasos. La tecnología sirvió como herramienta para aportar más información sobre este flagelo y tomar acciones al respecto

En ese sentido, hubo varios trabajos en los últimos donde se empezó a capturar información sobre violencia de género, ya que no había datos oficiales. Fue la ciudadanía quien complementó y ayudó – gracias a la tecnología – a que se pudiera poner en juego algunas cosas que hasta el momento eran posibles porque la información no era la suficente. De esto hay varios ejemplos.

— ¿Qué pasa en países como el nuestro donde tenemos dos factores que juegan en contra: la brecha digital – que hace que esa información no sea accesible a todos – y, por otro lado, la posibilidad de comprender e interpretar esa información que muchas veces es  muy difícil de visualizar y descifrar.

— Sí, totalmente. Eso pasa en la Argentina y en toda Latinoamérica. Tenemos oportunidades hoy, desde desde la sociedad civil organizada, desde el periodismo, e incluso desde algunos organismos de gobierno, de poder trasladar a un lenguaje común y accesible esa información que, a priori, es desafiante entender para personas que por ahí no entendemos demasiado de algún tema.

Por ejemplo, en México hay licitaciones abiertas de acceso a información. La iniciativa se llama "torre de control". Se  hizo en conjunto una organización mexicana que se llama "poder" y Wings. Tiene como resultado llevar de manera abierta todas las contrataciones y las licitaciones que se hicieron para la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México que todavía no está terminado. Es una plataforma viva.

En construcción: el nuevo aeropuerto de la ciudad de México. Todas las licitaciones pueden seguirse por una plataforma abierta
En construcción: el nuevo aeropuerto de la ciudad de México. Todas las licitaciones pueden seguirse por una plataforma abierta

Se logró que, incluso quienes no saben nada de contrataciones, puedan visualizar la información de manera que cualquier ciudadano puede entenderlo. Es decir, podés vincularlo a la forma de graficarlo y de expresarlo para que se pueda comprender con mucha más facilidad y que la conclusión sea evidente,  aún para personas que no conocen mucho del tema o que no tienen esa preparación.

Hay más casos de estos, plataformas abiertas como change.org, para que cualquier ciudadano pueda hacer una petición, ya sea un organismo público o a un privado.

Uno va aprendiendo qué cosas tienen como mejor empatía con el público general. Y claro, son aquellas que hablan en lenguaje común, el que habla la gente; que no que busca tecnicismos o palabras difíciles. Es una oportunidad que tenemos las personas que trabajamos en sociedad civil y en tecnología de poder contribuir a hacer esa información "masticable" y entendible por cualquiera y,  a partir de eso,  nos permita accionar. Porque tampoco sirve tener muchas visualizaciones de contenido bonito si después no vamos a generar un cambio.

—¿Qué reflexiones te surgen cuando ves lo que ocurre actualmente con  el escándalo de los cuadernos, de los aportes de campaña, etc.?

— Es interesante. Primero creo que es un aviso al sector público y al sector empresarial. Si bien esto fue en cuadernos manuales, hoy un ciudadano puede llevar registro de cualquier tipo de hecho de forma más sencilla y más fácil de analizar, que hace algunos años.

infobae
 

Incluso, a este material cualquiera lo puede ver porque está digitalizado y la información es pública. Además, la tecnología permite visualizarlo mejor, extraer rapidamente nombres, direcciones; y cruzar datos de manera masiva. Cosa que está haciendo la Justicia y que hacen muchos periodistas. Por ejemplo, hay registros de entradas y salidas a edificios públicos en esos cuadernos que pueden cotejarse con los registros digitalizados de la Quinta de Olivos o de la Casa Rosada, de las cámaras, de los peajes, etc.

Así, podemos llegar a conclusiones que hace 20 o 30 años hubieran requerido  un esfuerzo mucho mayor. Cada vez van a tener que ser mayores los esfuerzos para cometer hechos de corrupción y cada vez la ciudadanía está un poco más empoderada, la Justicia y el periodismo tienen más herramientas, y en eso la tecnología puede contribuir. Pero, obviamente solo si hay decisión política y si los ciudadanos compartimos esa visión.

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Hace algunas semanas hablábamos del tema del financiamiento de los partidos políticos. Hoy, es mucho más sencillo poder tener una trazabilidad sobre el origen y el destino de esos fondos. La tecnología lo permite. La tecnología que todos usamos: pagos digitales que nos permitan saber quién hizo esa contribución con nombre, apellido, y con identificación tal cual dice la Ley de Financiamiento de Partidos. Eso es, en parte, gracias a la tecnología.

— ¿Un gobierno más digital pasa a ser necesariamente un gobierno más transparente o no hay una relación de causalidad tan directa?

— Me encantaría contestarte que sí, pero no me atrevería a decir que una cosa lleva a la otra. Por supuesto que lo digital va a ayudar a un gobierno que quiere ser transparente a poder serlo de manera más eficaz.

— Del otro lado, esos datos digitales también los pone en cierto riesgo de ser hackeados, manipulados o perdidos. ¿Crees que es conveniente ciertos estándares, como lo que propone el Banco Mundial para ganratizar la fiabilidad y la seguridad de esa información?

— Sí, sí, totalmente. Acá hay algo que no mencionamos hasta ahora que es la privacidad de los ciudadanos que es algo que se debe respetar. Cualquier gobierno tiene que ser muy claro con el uso que se le da a la información y tiene que dar las garantías a la ciudadanía de que esos datos no serán utilizados para otros fines. Es un tema muy delicado.

Hay estándares internacionales para seguir. Es algo que las sociedades iremos descubriendo con el correr del tiempo. Lamentablemente hay casos de mal uso de esos datos. Y es algo que también como ciudadanos tenemos que saber poner un freno y exigir explicaciones cuando algo no es claro.

Los gobiernos deben garantizar la protección de los datos y de la privacidad de sus ciudadanos (Reuters)
Los gobiernos deben garantizar la protección de los datos y de la privacidad de sus ciudadanos (Reuters)

 — ¿Qué iniciativas hay en este sentido que resulten interesantes?

— A mí me gustan los ejemplos en donde el ciudadano está comprometido. Me gusta mucho un caso en México, un proyecto que se llama Mejora tu Escuela de una ONG que se llama IMCO  que tuvo como fin poder transparentar las distintas variables de la educación pública en el territorio federal de México, escuela por escuela. Permite ver la calidad educativa y la opinión que tienen los docentes.

Los estudiantes y los directivos pueden tener información sobre esa escuela y sobre los fondos públicos que recibe cada una de ellas. Eso permitió transparentar un montón de cosas sobre escuelas qué se suponía que recibían en fondos o qué no estaban recibiendo. Ahora se hace una rendición de cuentas más transparente al respecto. Ese es un lindo caso.

En China la sociedad civil se organizó y utilizó tecnología (sensores e internet) para protestar por los datos poco confiables del gobierno acerca de los niveles de contaminación (iStock)
En China la sociedad civil se organizó y utilizó tecnología (sensores e internet) para protestar por los datos poco confiables del gobierno acerca de los niveles de contaminación (iStock)

Otro ejemplo de uso de tecnología y participación ciudadana que me gusta es en China. Había mucha manipulacion de los datos de contaminación ambiental. Entonces, un grupo de organizaciones de la sociedad civil, junto con la ciudadanía, organizaron una barrileteada y colocaron sensores de contaminación en los barriletes.

Lo que consiguieron fue que al día siguiente el gobierno les bajara esa plataforma ne la que cargaban los datos, pero también tuvieron que  comprometerse a relevar de una manera más transparente los datos. Con el correr de los meses lograron volver a subir la plataforma. Pero lo importante es que lograron que el gobierno empezara a ser más transparente con los datos que venía mostrando hasta el momento.

En Argentina, Poder Ciudadano es una de las ONG que lleva adelante iniciativas de este tipo
En Argentina, Poder Ciudadano es una de las ONG que lleva adelante iniciativas de este tipo

En Argentina, hay un proyecto de Poder Ciudadano  junto con otras organizaciones, en donde en época de elecciones se ocupan de transparentar a los fiscales para poder monitorear qué es lo que pasa en cada una de las mesas en las elecciones.

Hay otro ejemplo lindo de Wingu junto con ACIJ  que se llama Caminos de la Villa  en donde monitorea la inversión de obra pública en las villas de la Ciudad de Buenos Aires. Junto con la ciudadanía, se hacen reclamos colectivos y se visualiza qué no se está cumpliendo con el plan de ejecución de esa obra pública o servicios públicos también.

“Caminos de la Villa” permitió visualizar la situación estos sectores de la ciudad y llevar un monitoreo sobre obras y servicios públicos
“Caminos de la Villa” permitió visualizar la situación estos sectores de la ciudad y llevar un monitoreo sobre obras y servicios públicos

 — ¿Hay lugar para más proyectos de este tipo por parte de los emprendedores?

— Sí, sin dudas. Y hay creo que una voluntad de varios ámbitos, de la gente que trabaja en tecnología con fines sociales, pero también de las fundaciones internacionales que apoyanque este tipo de cosas sucedan, el periodismo, la ciudadanía  entera me parece que empezamos a ver que éste tipo de cosas.

Creo que esto contribuye a una sociedad más transparente, con más acceso a la información; y a una ciudadanía más activa y participativa. Pero,  es una contribución. Quiero que quede claro que con eso no alcanza y que necesitamos ciudadanos comprometidos y gobiernos que puedan tomar la posta política y que tengan la decisión y la autonomía para hacerlo y defenderlo pase lo que pase.

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