El reconocido fotógrafo Gabriel Rocca encontró una nueva musa en el vasto y diverso paisaje argentino: los paisajes, sabores y tradiciones del país. Maestro de las luces y sombras, ostenta una carrera de más de 35 años y a través de su lente inmortalizó a figuras icónicas como Charly García, Luis Alberto Spinetta y Diego Maradona.
En los últimos meses, el artista y director se aventuró en un nuevo proyecto que combina arte, gastronomía y cultura. Como mostró Infobae, el recorrido del artista comenzó en el norte argentino, adentrándose en los pueblos de la Quebrada de Humahuaca. Por estos días, la travesía continuó en Neuquén, donde la lente del maestro se detuvo para inmortalizar la magia de la Patagonia argentina.
Rocca y su equipo recorrieron esta vez Villa La Angostura, Junín de los Andes y San Martín de los Andes, y desde allí continuaron su expedición hacia el norte neuquino y sus desiertos rocosos.
El documento fotográfico forma parte del proyecto “Hola! Argentina”, que el artista lidera en colaboración con la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (FEHGRA).
Villa La Angostura: un inicio entre naturaleza y tradición
La travesía de Gabriel Rocca en Neuquén comenzó en Villa La Angostura, donde el equipo se instaló en los reconocidos hoteles de lujo del centro turístico. Durante la primera noche, el equipo retrató el arte de la cerveza artesanal, el proceso de elaboración local y su relación con la identidad de la región.
El recorrido continuó hacia el Bosque de Arrayanes, en la península de Quetrihué, hogar de arrayanes centenarios que alcanzan los 15 metros de altura. En ese paisaje mágico, con su atmósfera color canela, donde los rayos del sol apenas logran filtrarse entre los árboles, Rocca y su equipo participaron de un taller de chocolate artesanal. Los visitantes crearon sus propios chocolates en rama mientras el artista capturaba cada movimiento con su lente.
San Martín de los Andes y la ruta de los Siete Lagos
El Camino de los 7 Lagos, que une Villa La Angostura con San Martín de los Andes, recorre 110 kilómetros a través de impresionantes paisajes naturales, donde se encuentran los lagos Espejo, Correntoso, Escondido, Villarino, Falkner, Machónico y Lacar.
Rocca atrapó, a través de su lente, imágenes del sinuoso trayecto de montaña que atraviesa densos bosques autóctonos y ofrece vistas espectaculares de los Parques Nacionales Lanín y Nahuel Huapi.
En un refugio cercano, capturó las imágenes de un menú inspirado en ingredientes locales y técnicas sostenibles. Los productos utilizados, muchos de ellos cultivados en la zona, muestran la riqueza y diversidad de la cocina patagónica.
Por la tarde, una sesión fotográfica junto al Lago Hermoso, corazón de la ruta de los Siete Lagos aunque técnicamente no sea uno de los 7 espejos de agua que dan nombre al recorrido, ofreció un telón de fondo ideal para resaltar los escenarios naturales y el trabajo de los diseñadores locales que el proyecto busca capturar.
La jornada concluyó con una degustación de vinos patagónicos, donde la diversidad de bodegas neuquinas quedó reflejada en la riqueza de sus variedades. Este evento incluyó explicaciones detalladas sobre los procesos de vinificación y las características únicas de los viñedos patagónicos.
Al día siguiente la travesía continuó en Puerto Canoa, a más de 110 kilómetros de la ciudad de San Martín de los Andes, donde disfrutaron las vistas panorámicas de los lagos Huechulafquen y Paimún, ubicados en el Parque Nacional Lanín, que abraza al volcán de la eterna cumbre nevada.
Con ese majestuoso telón de fondo, la cantante y compositora de música folclórica Marité Berbel acompañada por su hijo Traful Berbel, interpretó algunas de sus canciones más emblemáticas de la zona.
El recorrido continuó con una visita a un establecimiento especializado en pesca, donde se ofrecieron platos elaborados por un chef local, destacando los sabores de la región.
Neuquén Norte: tradición, paisaje y gastronomía
Desde San Martín, todo el equipo se trasladó al norte de la provincia, donde exploraron restós y alojamientos que amalgaman comodidad y rusticidad, con los sabores locales se convierten en protagonistas.
Platos elaborados con ingredientes frescos y autóctonos ofrecieron una muestra de la rica herencia culinaria patagónica.
Una visita a Los Bolillos, con sus formaciones rocosas erosionadas por el viento y la naturaleza a lo largo de los siglos, brindó un escenario natural inigualable, ideal para captar la belleza de la Patagonia más árida.
La jornada continuó con una experiencia de arreo, para adentrarse en la vida rural y las prácticas ganaderas de la región.
Para cerrar, el grupo se dirigió a una bodega histórica en la localidad de Chos Malal, para conocer detalles de las técnicas tradicionales de vinificación transmitidas por generaciones. La experiencia incluyó recorridos por los viñedos y degustaciones que reflejaron la riqueza de los vinos locales y la importancia cultural de esta actividad en la región.
* Fotos: gentileza Gabriel Rocca