Mauricio Macri realizó un balance de su gestión en su último discurso ante la Asamblea Legislativa para el período 2015-2019. Euforia, emoción y miradas desafiantes fueron algunos de los gestos y recursos que utilizó el presidente para dar su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.
Para el consultor y coach de comunicación no verbal Alejandro Sangenis, fue uno de los discursos más apasionantes del presidente: "Dio todo para demostrar que todavía tiene toda la iniciativa y decidió mostrarlo desde su pasión y desde un lado genuino, ya que cree y demuestra que es un momento muy difícil. No fue como los anteriores discursos: él se jugó el todo por el todo, sacrificando la impecabilidad de las formas, por un mensaje que llegue directo a la audiencia".
Dentro de los múltiples gestos que realizó el jefe de Estado durante los casi 60 minutos que habló, "Le puso fuerza a los tonos de voz y aunque sacrificó mucho leyendo, lo acompañó con la elocuencia gestual porque quería transmitir un sentimiento fuerte en un momento de crisis", aseguró Sangenis.
"También utilizaba gestos 'batuta', cerrando el puño y bajándolo, intentando acompañar permanentemente lo que estaba queriendo decir. Todo el tiempo juntaba los dedos, y se preguntaba retóricamente y se respondía", enfatizó el especialista.
Según el profesional, le dio mucha importancia a lo corporal y a lo no verbal. Cada detalle fue cuidado para el presidente: en qué momento se tocó la boca, cuándo decidía tomar agua y tocarse el corazón.
Dentro de las frases y momentos más destacados, resaltó la pasión en el momento en el que Macri dice: "El tiempo es hoy, nuestro tiempo es hoy, no dejemos que los predicadores de la resignación y el miedo le ganen a la esperanza. Nuestra esperanza es fuerte y está basada en lo que sabemos que podemos hacer. Y yo soy el primero en saber lo que han sido estos meses: ¡cuánto dolor! ¡cuánta angustia! Y me he hecho cargo, pero estoy seguro de que ésta es la generación que con valentía decidió encarar lo que nunca se había hecho. Decidió hacer una reforma profunda, de verdad, de nuestro país. Cambios de verdad. Esos cambios que se necesitaban y esperábamos y juntos nos hemos comprometido a hacer una sociedad en serio y juntos lo estamos haciendo".
"Intentó demostrar todo el tiempo un sentimiento muy fuerte, aun sacrificando su perfección en lo que decía; hoy lo que buscó es emocionar. Mostrarse como un líder, no caído, no defenestrado. En muchas ocasiones se tocó el corazón, un recurso que se utiliza para empoderar lo que está haciendo", dijo Sangenis.
En cuanto a los momentos de tensión que enfrentó en el Congreso hacia la oposición, Sangenis aseguró que vio por primera vez desde que asumió como presidente de la Nación una mirada desafiante en respuesta a los gritos y reclamos: "Vi una postura y una mirada desafiante, para mostrarse como un verdadero líder y con una postura territorial sobre el escritorio".
En otro tramo del discurso, el presidente dijo: "Estoy seguro de que esta es la generación que con valentía decidió encarar lo que nunca se había hecho. Decidió hacer una reforma profunda, de verdad, de nuestro país. Cambios de verdad. Esos cambios que se necesitaban y esperábamos y juntos nos hemos comprometido a hacer una sociedad en serio y juntos lo estamos haciendo. Por eso les digo: ¡vamos argentinos! ¡vamos con fuerza! ¡Vamos en serio! ¡Vamos con coraje! ¡Vamos con pasión! Este es nuestro país y juntos lo vamos a sacar adelante. ¡Vamos Argentina, vamos Argentina!", dando por finalizado su discurso.
"Termina gritando acompañando gestos batuta con su puño izquierdo con el rostro en rojo, que es una clara muestra de emocionalidad para acompañar al final, desde lo corporal y lo verbal demuestra que está vivo y que tiene iniciativa. Finalmente toma aire, un microsegundo y deja inaugurada las sesiones extraordinarias. Toma un vaso de agua y se toca el corazón. Se lo ve en eje, por sobre todo con el claro objetivo de hacerlo bien emocional y tocar el corazón y demostrar la iniciativa que todavía mantiene", concluyó el coach no verbal.
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