El 21 de octubre es el Día de la Madre en Argentina, una fecha especial cuyo principal objetivo es agasajar y mimar durante 24 horas a mamá. Y si hay algo que enorgullece a las madres es ver a sus hijos felices y motivados.
Es por ello que Infobae recopiló tres historias de hijas que eligieron seguir los pasos de sus mamás: Paloma Cepeda y Mariana Arias en el mundo de la moda y las pasarelas; Dolores Aguirre y Graciela Naum en el diseño; y Lizzie Lavigne y Carolina Trotta en el ámbito aeroportuario.
Sobre las pasarelas y ante las cámaras
Rasgos similares, altura y elegancia innata. Ellas son Paloma Cepeda y Mariana Arias. Mariana es conductora de TV, actriz y top model que fue furor en los 90 y madre de Paloma, fruto de su relación con Marcelo Cepeda, su ex marido y fotógrafo de moda. Paloma hoy tiene 25, es diseñadora de indumentaria y tiene su propia marca llamada FP. Heredó de su madre la belleza y la pasión por la moda.
"La situación de ella enseñándome cómo desfilar pasó una vez y para las dos fue gracioso y un poco ridículo. No tiene mucho que ver con ninguna de las dos. Ella siempre me incentivó más a que haga otras cosas y que encuentre un camino que me identifique", dice la millennial a Infobae sobre sus conocimientos de pasarela.
"Yo le enseñé a seguir su sueño", coincidió su madre. "Cuando uno tiene una pasión en la vida todo es mejor. Le enseñé también que el trabajo es fundamental para que las cosas salgan lo mejor posible pero también le enseñé a pensar en el otro. Es importante la ética y ser consecuente con nuestros actos y nuestras palabras".
Ellas son dos nombres importantes en la moda. Mariana, con su larga trayectoria en las pasarelas desfilando con los mejores diseños, y Paloma, que lleva el sello de su madre a la perfección y se desempeña como una gran diseñadora. Es por eso que ambas fueron elegidas para protagonizar por primera vez juntas una campaña gráfica de ropa. Fotos frescas, coloridas y con una impronta muy de madre-hija, Arias y Cepeda posaron bajo la lente de Coni Dietrich.
Mariana recuerda: "Ella se maquillaba conmigo cuando era muy chica y eso le quedó marcado. Le encantan los productos de belleza, es súper obsesiva con estar arreglada y bien vestida. Es tenaz y cabrona, con carácter fuerte y frontal.".
"Gracias a mamá y trabajando como modelo conocí mucha gente que quiero", reconoció la joven.
Entre los aeropuertos y aviones
Ellas son Lizzie Lavigne y Carolina Trotta. Tienen la suerte de trabajar en el lugar que más les gusta: el aeropuerto. Lavigne y Trotta trabajan en la compañía aérea American Airlines. Carolina está próxima a recibirse de locutora y trabaja en el check in del despacho de equipajes mientras que Lizzie forma parte del salón VIP y de la línea estadounidense desde 1990. Comenzó a trabajar en el mismo puesto que hoy ocupa su hija.
Carolina recuerda esos primeros años de su mamá: "Me acuerdo que cuando mi mamá empezó a trabajar, cuando no tenía escuela, me llevaba a ver cómo era su trabajo. Para mí era increíble. Así fue como por primera vez conocí un avión por dentro, no lo podía creer".
"Es como si me viera reflejada en un espejo, reviviendo con ella el mismo entusiasmo, la misma expectativa, el descubrimiento de todo ese nuevo mundo de la aviación que se abría a su paso. Tras su elección, traté de transmitirle los mejores consejos, ante todo la responsabilidad con el trabajo: puntualidad, colaboración y respeto para compañeros y pasajeros", cuenta orgullosa de la elección de su hija.
Con 21 años, Carolina hace ya dos que está en la empresa y reveló a Infobae que siempre que tiene alguna duda recurre a ella, ya que sabe que le va a explicar y ayudar. Y entre risas dice: "Tengo la presión inconsciente de no manchar el nombre de mamá, por eso busco en ella también consejo, para no defraudarla y sí enorgullecerla por mi desempeño".
"Compartir el rubro con mi mamá es una de las mejores cosas que me pasó hasta ahora", finaliza la futura locutora.
Entre figurines, géneros y texturas
Son confidentes y cómplices. Ellas son Graciela Naum y Dolores Aguirre. Ninguna de las dos tiene el título de diseñadora de indumentaria, pero ambas llevan la pasión por la moda en el ADN. Naum estudió museología y su hija Dolores, abogacía.
"Antes yo la llevaba de la mano y ahora ella me lleva a mí", dice Graciela con voz orgullosa por haber visto a su hija convertirse en la gran mujer que es hoy. Desde que Dolores era pequeña acompañaba a su madre a los viajes de producto para ver las tendencias y conseguir los mejores géneros. Y hoy -según Graciela- está revolucionando la marca.
La dueña de la boutique que lleva su nombre y su apellido comparte con Infobae que lo que le enseñó a "Loli" es la obsesión que tiene por la calidad, los buenos géneros y el disfrute y el aprecio del valor de la gente que trabaja y respeta su oficio. "Mamá me enseñó que lo más importante es respetar a la clienta, que siempre tenía que dar lo mejor que pudiera para ellas. Y siempre repite: "Lo que no es bueno para mí, no es bueno para mis clientas".
Madre e hija se encontraban en pleno día de sesión fotográfica con la colección de primavera-verano 2019 de Naum en Cardales cuando dialogaron con Infobae. "Siempre es un placer, nos divertimos, compartimos e intercambiamos ideas, nos potenciamos. Loli tiene una energía increíble y la visión de mujer joven con mente muy abierta", agrega Naum.
"Como todas las profesiones tiene sus partes más estresantes y su partes lindas, amo los principios de cada temporada cuando arrancamos con la hoja en blanco con todo por delante para crear.
"Me tocó la mamá que cualquiera desearía tener, soy una afortunada. Es una mujer luminosa, siempre es lindo estar cerca suyo", describe Dolores. Y Graciela agrega sobre su hija: "Es pura energía, vitalidad, divertida, tierna y re loca a veces. Es la amiga que querés tener".
SEGUÍ LEYENDO: