El 13 de agosto se celebraron las PASO a nivel nacional. El día siguiente, el lunes 14, con la colaboración de su equipo de asesores, los candidatos redefinieron sus campañas. Para mantener la distancia, para achicar el margen, para ganar una contienda cerrada.
Los políticos son acciones, palabras e imagen. Hoy, quizás, la imagen es la gran preocupación. En sus gestos, sus movimientos, su lenguaje no verbal se presta especial atención. Consultados por Infobae, expertos en coaching analizaron los cambios que reflejaron los principales candidatos de la Provincia y Ciudad de Buenos Aires.
Cristina Fernández
"Cristina fue la que más cambió", sentenció Alejandro Sangenis, consultor en comunicación y periodista. "De hecho, desde lo gestual, implementó la parafernalia de Cambiemos. Es decir, el escenario, los globos, el baile, la actitud juvenil, pero también adoptó una postura más a lo Trump. Se posicionó en el centro del ring y buscó atraer más notoriedad para ganar minutos en televisión", describió.
Daniela Aruj, asesora de imagen personal, institucional y pública, consultora en comunicación y branding también reconoció el gran cambio en la estrategia comunicativa de la candidata de Unidad Ciudadana, quien buscó humanizarse de cara al electorado. "Por momentos, se vio una Cristina sensible, empática, una mujer que se reconoció fanática de la calabaza y que dijo no le gustaba hacer la cama, pero en ocasiones volvía a dominar y la veíamos fuerte, y con poco o ningún espacio para opinar diferente a ella", sostuvo.
Elisa Carrió
A sabiendas de sus números en las PASO, Elisa Carrió prefirió mantener ausente durante gran parte de la campaña. Solo a último momento hizo su reaparición. "Participó del debate donde se mostró cansada, disfónica, a veces sin preparación pero con capacidad para dar respuesta a todas los temas", comentó Aruj.
Por su parte, Sangenis consideró a la candidata de Cambiemos "una topadora, un personaje en sí mismo con un carisma muy propio". En términos de imagen, apostó por un un vestido camisero en tonos lavanda. "El celeste baja las barreras y permite generar empatía y lentes con marco naranja muy cool y jovial". En sus gestos, la kinestesia volvió a predominar: la referencia al sentimiento y al movimiento. "Piensa mucho en imágenes. Por eso, es común verla mirar hacia arriba a la derecha, donde puede conectar con sus denuncias y lograr mensajes de alto impacto", añadió el experto.
Esteban Bullrich
Los especialistas coincidieron. Bullrich estuvo totalmente ausente desde lo verbal, con una sola presencia en el debate, encolumnado detrás de María Eugenia Vidal, "la reina del ajedrez", según Sangenis, que "tiene un ángel especial y produce una identificación muy fuerte, sobre todo en las mujeres". Con respecto a su vestimenta, Aruj puntualizó: "Se lo vio siempre con suéter o cárdigan gris o azul que le permite mimetizarse con un elector de clase media y media alta del interior de la Provincia".
Sergio Massa
De acuerdo a los expertos, Sergio Massa fue "víctima de la polarización". En vez de sus mensajes belicosos previo a las PASO, apostó por una postura de dos vías. "Duro con el tema, tranquilo con la gente -apuntó Sangenis- e hizo un esfuerzo físico para trasladarlo a su lenguaje corporal". Aruj destacó como un "acierto" la elección de utilizar traje cerca del final de la campaña para dar imagen profesional y agregarle autoridad a su opinión.
Florencio Randazzo
"Fiel a los extremos con polera ajustada en colores oscuros o remeras también al cuerpo que permiten hacer gala de una figura estilizada", describió la coach y marcó un error: "Un efecto interesante que buscaba llamar la atención debería haberse revisado, cuando el locutor en sus spots dice: 'Motivos para votar a Randazzo', la pausa que sigue es muy larga y produce un efecto inverso al buscado, la ausencia de motivos". Al igual que en su campaña, de constante alusión a su gestión como ministro, "en su gestualidad es muy autorreferencial", según Sangenis.
Martín Lousteau
Martín Lousteau, así como también Tombolini, se saben derrotados. Entonces apuestan por "el voto pragmático", según Sangenis. Pese a sus 46 años, el candidato por Evolución Ciudadana "sigue reconociéndose como un joven en su imagen y apela ese público elector", de acuerdo a Aruj. "Quizás por eso cerró su campaña en el boliche Museum en San Telmo acompañado de su esposa Carla Peterson que siempre convoca y puede ayudar a tener un voto más. En esta era, la farándula aporta frescura, credibilidad y popularidad a la política", consideró.
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