Sergio Sinay: "Las tomas de los colegios son un problema de mala educación"

En diálogo con Infobae, el periodista y ensayista explicó por qué cree que este tipo de protesta por parte de una minoría estudiantil proviene de una deserción de los padres en sus funciones. Por qué es importante mantener la asimetría entre adultos y adolescentes

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Después de un mes, en el que casi una treintena de colegios porteños fueron tomados por sus alumnos como método de protesta ante una reforma educativa que plantea "pasantías educativas" en empresas, en el marco del proyecto  "Escuela del Futuro", el debate sigue abierto.

Esta mañana la casi totalidad de las tomas en las escuelas fueron levantadas, pero las posiciones a favor y en contra de esta medida se replicaron durante las últimas semanas en las redes sociales y en los medios de comunicación. Sergio Sinay, periodista, ensayista y autor del libro "La sociedad de los hijos huérfanos. Cuando padres y madres abandonan sus responsabilidades y funciones", dialogó con Infobae sobre las tomas, y explicó por qué el problema no es el reclamo en sí, sino lo que proviene de un conflicto aún mayor.

"Probablemente las tomas terminen estos días. Va a ir menguando la euforia y me parece que es importante que cuando terminen, no se termine el tema hasta la próxima. El tema no es el de las tomas y tampoco el tema principal es el estado de la educación o de la reforma educativa, que son siempre temas coyunturales. Aquí por debajo de todo esto, se trata de un problema más profundo, cuyas proyecciones son a largo plazo, y probablemente puedan incidir en la sociedad argentina del futuro inmediato, que es la deserción de los padres en sus funciones", aseguró Sinay.

“El tema de las tomas es un problema de mala educación”, aseguró Sinay en diálogo con Infobae
“El tema de las tomas es un problema de mala educación”, aseguró Sinay en diálogo con Infobae

"La toma de los colegios -para mí- es un emergente de un problema grave que hay en la sociedad, que se habla poco, que se silencia, que molesta a veces a un par de generaciones de padres que vienen desertando; no todos pero sí los suficientes para que ello tenga incidencia en el comportamiento juvenil que no solo se da en las tomas", afirmó. Y agregó que "estos son los jóvenes politizados. Después tenemos los jóvenes no politizados que se pelean en los boliches, que integran barras bravas, que conducen y se matan por manejar un auto de manera irresponsable. Yo creo que el tema de las tomas es un problema de mala educación, si entendemos como educación un proceso que comienza en los hogares".

Según resaltó el especialista, la educación es un proceso que necesita de una asimetría para cumplirse, donde los que crean el vínculo con los hijos -los padres-, están en la cima de esta relación, por la que tienen que descender modelos de valores, de vínculos, modelos de vida, y también visiones de futuro, utopías que engloben a la sociedad para mejorarla.

"En este sentido, cuando los chicos ingresan al colegio ya vienen educados, bien o mal. Esto que vemos en los colegios es la ruptura de la asimetría. Los adultos tienen que ser los que conducen el vínculo con los hijos. Los adultos son los padres en el hogar, los docentes en los colegios, y después los adultos en general en la sociedad respecto a los adultos que les siguen, ya desde funciones gobernantes, desde funciones directivas", explicó.

Según explicó Sinay, los padres no deben comportarse como sus pares, sino que se debe mantener la asimetría para que lleguen a la escuela con valores y responsabilidad (iStock)
Según explicó Sinay, los padres no deben comportarse como sus pares, sino que se debe mantener la asimetría para que lleguen a la escuela con valores y responsabilidad (iStock)

"Es un emergente el problema de la toma, cuando un grupo de chicos pretende participar y ser protagonista, no del proceso de educarse, sino de educar. Quieren ser ellos los educadores, los que dicten de alguna manera cómo debe ser una reforma educativa. Después podemos discutir si la reforma está bien o mal hecha. Si corresponde o no corresponde. Pero seguramente no pueden ser ellos los que la dicten, porque no tienen experiencia en muchas cosas", advirtió.

Sinay aseguró que en el mundo de la educación "su única experiencia es como educandos, no como educadores, y hay muchos aspectos de la vida en la que no tienen todavía experiencia. Todavía comen en sus casas, les lavan la ropa sus padres, muchos de ellos no se mantienen a sí mismos, ni se van a mantener cuando ingresen a la universidad porque los padres dirán que el nene no puede estudiar y trabajar al mismo tiempo. Entonces, ¿cómo alguien que no tiene todavía experiencia en la vida pero que sí tiene cierto adoctrinamiento político va a ser quien determine la educación?".

Y ofreció un ejemplo muy claro: "Esto es como si los pasajeros del avión no están de acuerdo con la ruta que el avión va a seguir o las escalas que va a tomar, y deciden tomar el avión como si tuvieran algo de idea de aeronáutica y rompen con la autoridad del piloto".

“Hay una asimetría en todos los órdenes de la vida”, afirmó Sinay (iStock)
“Hay una asimetría en todos los órdenes de la vida”, afirmó Sinay (iStock)

"No ocurren así las cosas. Hay una asimetría en todos los órdenes de la vida. Todos hemos sido adolescentes y hemos tenido esta sensación de sentirnos de alguna manera de ser poseedores de una fuerza que nos hacía pensar que el mundo se había iniciado con nosotros. Este no es el problema. No es el problema que un adolescente sea rebelde. El problema es la ausencia del adulto. El problema es que hay padres acompañando las tomas, que hay padres que creen que ser padre es convertirse en un par de sus hijos. Y esta no es una relación de pares. Tampoco la de docentes y alumnos. Tampoco quiere decir que los adultos sean sabios y no puedan ser cuestionados, pero hay reglas de juego".

Y reflexionó: "Yo me pregunto qué hacen estos chicos que toman colegios y que toman de rehenes a sus compañeros, que toman de rehén a la educación que ellos dicen defender -cuando en realidad son ellos los primeros que la están atacando- en sus casas cuando por ejemplo lo que quisieran comer no es lo que se va a servir en la mesa. ¿Toman la casa? Y lo peor, ¿qué hacen estos padres? ¿Acatan para que el nene no se enoje, para poder ser pares y amigos?".

¿Por qué este tema es grave hacia futuro? Sinay sostiene que "estos adolescentes sin guía adulta el día de hoy -la guía, insisto, no necesariamente debe ser buena, puede ser cuestionada, pero tiene que existir- van a ser dirigentes probablemente, ya sea en una corporación, en un partido político. ¿Cómo van a ejercer esta responsabilidad si están educándose en la irresponsabilidad absoluta?".

"Esta toma va a terminar, se va a repetir con otro motivo el año que viene. ¿Cómo será una sociedad en la que los próximos adultos pertenezcan a camadas, que cuando fueron hijos no tuvieron modelos de responsabilidad, modelos orientadores en valores? Esta es la gran pregunta a responder", finalizó.

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