Enseñar a partir de la música. Esa es la concepción que ideó el violinista Alberto Jaffé, allá por inicio de la década de los '70, para elaborar el método homónimo. El sueño del artista brasileño era una orquesta que tocara junta desde la primera y que se integre a la sociedad a partir de ello, un deseo que actualmente se cumple con creces, ya que el estilo se implementa en varias lugares del país vecino.
Aprender a tocar un instrumento y unirse a una orquesta tiene una gran importancia en la educación y el futuro de cualquier adolescente y joven. Constituye una importante base para el futuro de los menores. El objetivo no es solo descubrir nuevos talentos. Además de aprender acerca de la música, se desarrolla la disciplina, la cultura, la concentración y el sentido de equipo.
Jaffé comenzó a implementar su método en 1974. El camino lo siguieron sus herederos. Una de ellas es Renata Jaffé, junto a su marido Daniel Misiuk son directores artísticos de la Orquestra de Cordas do Instituto Grupo Pão de Açúcar (GPA), surgido de la compañía de supermercados a fines del la década de los 90. Su origen fue curioso: la empresa le preguntó a sus trabajadores qué les gustaría que hicieran sus hijos y la respuesta de los encuestados fue la música.
La modalidad es simple: los niños aprenden a tocar música en conjunto, directamente en la orquesta y a través de clases y ensayos colectivos, con la disciplina como condición indispensable para pertenecer. Practican y hacen música con placer, pero el que falta, llega tarde o tiene algún problema de disciplina, queda afuera.
Durante dos años se enseña el instrumento en un grupo de 45 menores, entre 10 y 18 años, que no se lo llevan a su casa ni toman clases particulares y los estudiantes van a clases dos veces por semana y dos veces más cuando forman parte de la orquesta. Este efectivo sistema de herramienta de contención, muy elogiado, se extrapoló a otras partes del mundo.
La orquesta GPA se encuentra en Argentina. Será una de los tantos talentos juveniles que se presentarán en la nueva edición de "Iguazú en Concierto", el megafestival más importante del mundo para los menores, que reúne anualmente a cientos de niños y adolescentes de los más diversos países en un escenario único y una de las siete maravillas naturales del planeta: las Cataratas del Iguazú. Además de ellos, habrá representantes de China, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Colombia y Zimbabue.
El evento -de entrada libre y gratuita- comenzó ayer y durará hasta el sábado, cerrando con un concierto final en el Parque Nacional Iguazú, con el imponente marco de las cataratas: 275 saltos de agua de más de 80 metros de altura, conformando una escenografía inigualable. En el medio, pasarán distintas orquestas, coros y solistas destacados (700 artistas en escena) provenientes de todo el planeta, en un show que derrumba las barreras culturales. Para GPA el turno será mañana y el viernes.
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