Efecto Martini, el cuento de terror que perjudica a los buceadores

La narcosis de nitrógeno se presenta a más de 30 metros de profundidad y provoca síntomas comparables con los que genera beber esta bebida con el estómago vacío. Cómo evitarlo

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El buceo a más de 30 metros de profundidad presenta estas complicaciones
El buceo a más de 30 metros de profundidad presenta estas complicaciones

Someterse a extensas profundidades acuáticas supone un riesgo por sí solo. La cantidad de precauciones y cuidados aumenta según la actividad que se lleve a cabo y los metros que se sumerja una persona en el agua.

Para los buceadores deportivos, la narcosis de nitrógeno o "borrachera de las profundidades" suele ser un tema preocupante, provocado por uno de los elementos clave en el buceo: el tubo de oxígeno. Lo llaman el "Efecto Martini", comparación irónica que explica que a 30 metros de profundidad el nitrógeno es como beberse un Martini con el estómago vacío, y por cada 15 metros más que se descienda, será como haberse bebido uno más.

El hecho es que esta problemática restringe el buceo con aire comprimido, limitándose a una profundidad que no debe superar los 30 metros. El inconveniente surge con el contenido del tubo de oxígeno, en donde éste ocupa solo el 20% de la mezcla, completado por un 80% de nitrógeno.

El Efecto Martini es una complicación real para los buceadores (iStock)
El Efecto Martini es una complicación real para los buceadores (iStock)

Los físicos hablan del nitrógeno como un gas inerte sin participación en el metabolismo oxidante. En otras palabras, el cuerpo no lo necesita. Y al contrario de lo que sucede con el oxígeno (asimilado por el organismo), el nitrógeno es expulsado. Es decir, no se quema como combustible; entonces, todo el nitrógeno respirado se va.

Pero inerte no es sinónimo de inofensivo. Si el nitrógeno satura los tejidos -debido a la presión de las profundidades- y se emerge a una velocidad mayor de la debida, se forman burbujas en el cuerpo que provocan una descompresión.

Por lo general los experimentos realizados con seres humanos indican que a partir de los 30 metros la mayoría de las personas se ven afectadas en sus funciones mentales, manifestándose cambios significativos y peligrosos en el juicio y desempeño de sus actos, es por ello que esta profundidad de 30 metros se establece como el límite para el buceo recreativo con aire comprimido.

El buceo requiere de un tubo de oxígeno que en su mezcla posee un 80% de nitrógeno
El buceo requiere de un tubo de oxígeno que en su mezcla posee un 80% de nitrógeno

La narcosis de nitrógeno es comparada habitualmente con el anestésico que utilizan los odontólogos, pero en altas concentraciones y a nivel del mar, provocando euforia, embriaguez e inconsciencia en muy poco tiempo. Si a esto se le agrega la presión acuática, los efectos se multiplican.

¿Cómo evitarlo?

Disuelto en el tejido cerebral, el nitrógeno actúa como un gas anestésico. Sensación de tranquilidad, dificultad de concentración, euforia, pérdida de la noción del peligro e inconsciencia.

Para inmersiones profundas, algunas personas usan mezclas de oxígeno, helio y nitrógeno o simplemente de oxígeno y helio para reducir o eliminar la posibilidad de narcosis nitrogenada. Los amantes del buceo también hacen hincapié en la importancia de cuidar a su compañero de buceo de los signos de deterioro, y la ascensión en el caso de que se presenten estos síntomas.

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