Pepe Cibrián: "Cuando era chico soñaba con ser Papa, no cura”

En un diálogo profundo con Infobae, el dramaturgo argentino recorrió su carrera y la reciente historia de superación que le dejó su batalla contra el cáncer. Su entrañable relación con el teatro y, en especial, con el público. Además, reveló “me parece mágico que me pidan una foto”

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Pepe Cibrián, uno de los grandes exponentes de la dramaturgia argentina
Pepe Cibrián, uno de los grandes exponentes de la dramaturgia argentina

Su casa es un refugio maravilloso, rodeado de plantas, arte por todos lados; en el techo, en las copas de los árboles, en la pileta y en su dormitorio. Vive con su marido y sus cuatro perros, tan dueños de la propiedad como la pareja que la habita.

Tras un ultimátum por la dificultad de compartir la cama entre seis optaron por mantener dos suites separadas: "Santiago duerme aparte porque hace un año me pregunto: 'Pepe, no puedo más, elegí entre los perros o yo' y elegí a los perros" así empieza esta charla con el maravilloso "Pepito" Cibrián Campoy. El creador de incontables éxitos, el que se comprometió públicamente con la causa del matrimonio igualitario, él que acaba de superar un cáncer, el que no teme opinar de absolutamente nada, el que siempre soñó triunfar.

— ¿Qué queda del que eras cuando comenzaste en tu adolescencia?

— Soy el mismo, te lo juro por mamá. Ahora que estoy por estrenar me siento y digo: Guau Pepe ¿te acordás a los 18 años cuando hacías esos cafés maravillosos donde no iba nadie a verme?' Sé que soy una persona que ha aportado lo más posible a la sociedad y a mi país con alegría, he dado un montón de cosas, pero me sigo sintiendo sorprendido de la gente y de que estés acá. Yo soñé todo eso, y la vida me dio eso y mucho más.

— ¿Cuál era el sueño?

— Mi sueño era triunfar, sí, venido de una familia de exitosos, siete generaciones de mucha lucha y yo necesitaba triunfar. Yo quería que un teatro se pusiera de pie y me gritara bravo. Absolutamente, soy honesto.

En su tiempo libre, Pepito se  dedica a cuidar su jardín (Adrián Escandar)
En su tiempo libre, Pepito se  dedica a cuidar su jardín (Adrián Escandar)

— ¿Querías demostrártelo a vos mismo, o era para demostrarlo ante tus padres?

— Ante mí. Yo de chico quería estudiar para Papa, no quería estudiar para cura, qué querés que te diga.

— Y hoy ya consagrado ¿la emoción ante un estreno es la misma?

— Tengo pánico, Georgina (Barbarrosa) y yo estamos con pánico, el momento en el que vas a salir pensás: 'por qué estoy acá, por qué mierda me estoy dedicando a esto, por qué no estoy en mi casa jugando al Age of empires. Salís a ese espacio y te olvidas de todo. Uno piensa: 'Qué digo, cómo empiezo' y el otro no me entiende y yo tengo que salir, salgo y me acuerdo.

— Y el aplauso, ese público de pie, ¿sigue emocionando?

— Cuando uno hace así (abre los brazos de par en par) la gente cree que decís: 'te doy', y lo que uno siente es: 'dame'. Yo llego al teatro tres horas antes, me gusta estar ahí tranquilo, relajar, escuchar música, maquillar si tengo que maquillar un personaje y demás, y después me voy a los pedos. Me acuerdo que en Prisilla, que estaba maquillado como una puerta, me sacaba todo rápido con una esponja y agua, porque había gente esperándome y no quería que esperaran. Nada más lindo que te abracen, hoy en día no te piden autógrafos sino sacar fotos y para esa persona, tanto a mí, como a otras personas que admiran, les es importante. Me parece mágico eso. Yo soñaba, ese era mi deseo de triunfar me di cuenta a través de que de pronto una mujer me dijera: 'Usted me salvó la vida', recuerdo mucha gente que les cambié la vida, su vocación. No entiendo a los actores o figuras que salen corriendo cuando viven de la gente que te está esperando. A veces se va corriendo gente que no los conoce ni sus padres. Eso me causa mucha risa

Pepito Cibrián Campoy asegura que el público es tan importante como la obra (Adrián Escandar)
Pepito Cibrián Campoy asegura que el público es tan importante como la obra (Adrián Escandar)

— En una charla imaginaria con ese que eras a los 18 años ¿qué te dirías?

— Me diría: 'Vamos Pepe ¿Ves? Lo que te enseñó tu padre, lo que te enseñó tu madre, lo que te enseñó la vida, lo que soportaste, dio frutos, dio resultado'.

Pepe repasa su trayectoria, cuenta los proyectos futuros y opina de política con la misma pasión y sin rodeos. Probablemente la misma actitud con la que este año enfrentó la enfermedad: "El primer día que me dijeron tenés cáncer lo primero que pensé fue: 'por favor Dios dejame estrenar Lord', dirás qué absurdo, pero es el teatro, es mi sangre, es mi vida. Parece ser que me va a dejar estrenarlo. Con lo cual la obra, que habla sobre la maravilla de la muerte, es una obra maravillosa, divina, tierna, pero es un viejo avaro que ve todos fantasmas, su mujer, su hija que murió en un accidente, todos vienen a decirle: 'No seas boludo, cambia porque allá arriba es maravilloso, pero si no cambias no vas a ir arriba'. Mientras escribía esto con mucho amor, ternura y por lo menos cierta sapiencia de la muerte, me estaba creciendo el tumor, y sé por dónde viene, no tengo dudas".

Pepito disfruta de la experiencia de compartir selfies con el público (Adrián Escandar)
Pepito disfruta de la experiencia de compartir selfies con el público (Adrián Escandar)

El cáncer lo descubrió gracias a chequeos que le pidieron para realizarse una cirugía estética, tan seguro estaba de superarlo que pese a enterarse el día anterior no se amedrento y avanzó con la plástica planificada. Seis días después entraba al quirófano nuevamente, esta vez para extraerse el tumor. "En seis días logré operarme y me curaron. Quiero aclarar esto porque tengo un privilegio que la gente no lo tiene en general, parecería muy frívolo decir todo el mundo puede en seis días, no, yo tengo ese privilegio por lo que sea, lo tengo. Pero la gente para que le den un resultado para empezar un tratamiento en general espera un año, a lo mejor en ese año ese señor se murió. Responsabilidad también de los gobiernos, no quiero frívolamente hablar de esto como si fuera que le pasa a todo el mundo y yo sé que no. Tengo ese privilegio y me pude salvar".

Como con tantas otras cuestiones, el talentoso director se hizo cargo de la causa y desde su lugar busca concientizar sobre la importancia de los controles médicos: "Yo a la gente le digo usted hágase un análisis prostático y no saben qué carajo es, si es un sánguche, si es un libro de comedia, no tienen idea. Pero yo te digo metete el dedo en el culo lo entendés. Los hombres tenemos que entender que es recuperable, que lo único que hay que hacer es prevenir, hacerse análisis, solo el 40% de las mujeres se hacen análisis".

De chico soñaba con ser Papa
De chico soñaba con ser Papa

— ¿Te asustaste?

— Me asusté luego, cuando me dijeron todo lo que tenía que hacer. Tengo que hacer el PET cada tres meses, es una tomografía radioactiva que te meten yodo para ver si hay alguna metástasis. Entonces entré en una gran depresión, ya viví una cuando murieron mis padres y esta con la enfermedad, es horrible la depresión, pero tengo una gran profesional que me medica muy bien, el teatro me da vida, mi parque me da vida, ustedes me dan vida y sigo adelante, pero sí estoy muy angustiado ¿Cómo no estarlo? Por supuesto que lo estoy.

— ¿Se valora distinto la vida?

— Yo creo que te vas dando cuenta luego que sí. Hago nada más que lo que me da la gana. En general he hecho bastante lo que me da la gana. Ahora estoy con Lord, y es algo muy mágico, ya tengo escrita la obra para el 18, se llama La dama de las rosas, y ya estoy pensando en el 19, porque qué sé yo cuánto voy a durar, pero mientras tanto sigo plantando árboles o lo que sea que lo único que espero es ver cuánto tiempo los voy a poder ver crecer. Pero mientras tanto planto árboles, planto plantas jóvenes, trabajo con jóvenes, me encanta verlos. Y mientras la vida me dé la posibilidad de seguirlos viendo crecer así será, me iría muy feliz del mundo si viera crecer a mi país. Quién te dice algo sucede, pero sería por ahora un milagro.

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