Las gemelas Noemí y Liliana Serantes comenzaron su carrera en 1966, cuando tenían tan solo seis años, al participar de un concurso que organizó Alejandro Romay, con el objetivo de incluir a dos nenas en el logotipo de Canal 9. Si bien el certamen duró un año y lo ganaron, nunca les pagaron. Después de aquel acontecimiento se convirtieron en Nu y Eve, las mellicitas del Nueve y al año siguiente tuvieron el privilegio de ser las conductoras más jóvenes del mundo, al frente del programa Nu y Eve circus. Su carrera creció en ciclos como La Chona pregunta, Jacinta Pichimahuida y La pandilla del tranvía.
Cuando cumplieron nueve años a Romay se le ocurrió una idea tan arriesgada como innovadora: las puso a dar el pronóstico en el noticiero. La apuesta resultó tan audaz como efectiva porque lo hicieron durante 11 años.
Su carrera siguió por el mismo camino, de la mano de Tato Bores. También se dedicaron a distintos espectáculos de teatro infantil. Ni siquiera se separaron demasiado en el aspecto sentimental: se casaron en 1982, con cinco meses de diferencia, con Carlos y Ricardo, que se convirtieron en cuñados pero desde antes eran amigos.
Pero los últimos años fueron muy difíciles. Lili murió en 2011 tras luchar contra el cáncer y su marido falleció hace tres años. Además, está transitando un momento complicado respecto a lo laboral. El viernes pasado estuvo en el programa Quién quiere ser millonario, acompañada por dos de sus tres hijos, con el objetivo de ganar dinero para sobrellevar su situación económica y ser contactada para trabajar en donde más le gusta: los medios.
“Muchos me dicen Lili -reveló Noemí en el programa de Santiago del Moro- y se sienten mal. Pero yo les digo que no se sientan mal porque hemos estado siempre las dos juntas y cuando ella estaba viva también me lo decían. Solo los gemelos sabemos lo importante que es ese vínculo y lo que conlleva. Es hermoso y fantástico nacer con un par gemelo. Me hubiese encantado tener hijos gemelos”.
Respecto a la enfermedad que se llevó a su hermana, tan querida en el ambiente, contó: “Fue muy duro. Fue tanto lo que lloré los primeros años que también, por el dolor, se fue mi papi. Y después perdí a Ricardo. Es como que Liliana me ilumina y me dice ‘adelante, no bajes los brazos’. Si tengo que seguir adelante es por mis hijos, porque se lo prometí a ella. Le dije: ‘No te vayas, ¿qué hago yo sin vos?’ Y me dijo: ‘Vas a poder, sos fuerte y tenés que ponerte fuerte’. Ella siempre pensó que yo era más fuerte que ella, pero con la enfermedad me di cuenta de que ella era mucho más fuerte de lo que pensó”.
Madre de José, Daniel y Melody, la actriz y conductora aseguró que fue por ellos que logró superar las adversidades: “Gracias a mis hijos uno sigue en pie. Mi madre que la tengo en vida también me da muchas fuerzas”.
También recordó con mucho amor a su marido: “Era un niño grande, como dicen sus compañeros. Le gustaba mucho el fútbol y la política, pero sabía que había que jugarse mucha plata. Fue presidente de un country y también del un equipo de fútbol de Zona Norte. Amaba el fútbol. Era periodista deportivo. No le tenía envidia a nadie, era muy bueno y muy cálido”.
En ese sentido, contó: “Era un gran compañero. Me falta eso, porque mi hermana era un libro para mí y Ricardo era mi sostén. Si tenía que consultarle algo del trabajo, para él todo lo que yo decidía y hacía estaba bárbaro. No había mejor actriz que yo, me admiraba. Y se fue, creo, antes de tiempo”. Además, dijo que no rehizo su vida amorosa: “Tal vez el momento puede llegar, pero no lo pensé. Quiero verlos felices a mis hijos”.
Actualmente está al frente dos programas de radio, uno de ellos se llama SerAntes -se emite los viernes a la noche por AM 1450 radio El Sol-, que era conducido por su hermana: “Me produzco yo, todo es remarla… Mis épocas de éxito pasaron, no es fácil. Ojalá tenga la suerte de que alguien me contrate”.
La última pregunta que le hicieron en ¿Quién quiere ser millonario?, por 500 mil pesos, fue “según afirmó Greenpeace en 2018 y de acuerdo al índice de calidad del aire promedio, ¿cuál es la ciudad más contaminada del mundo?” Como no sabía la respuesta, Noemí se “plantó” y se llevó 300 mil pesos. La respuesta correcta, según informó Del Moro, era Nueva Delhi.
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