Martita Fort recordó a Ricardo: "Gracias a él estoy acá y rodeada de los afectos que él se aseguro que yo tuviera”

“Me gustaría presentarles a un hombre que todos conocieron: Ricardo Fort, mi padre”, comenzó su posteo Martita Fort, en el día que el chocolatero cumpliría 51 años. Luego explicó: “Sí, digo presentárselos porque hoy mi papá cumpliría años y mi papá y el Ricardo de la tele no eran la misma persona para mi”.

Además, contó admirada cómo era su papá: “Artista era siempre, tanto en la tele como en casa frente a su compu pensando cosas para hacer o cantando en su piano. A veces le gritaba como un loco a la televisión respondiéndole a alguien que hablaba de él. Eso era Artista y pasional, espero poder haber heredado de él su pasión y su creatividad”.

Martita, que es muy parecida a su papá en carácter, como contó varias veces Gustavo Martínez, y también en gustos (quiere vivir en Miami, es de Boca, operarse la nariz y ser mamá después de los 30, todo como Ricardo): “Espero encontrar mi lugar en la vida como lo hizo él”.

Para cerrar, le agradeció: “Y este es el único homenaje válido, celebrar su nacimiento, porque gracias a él yo llegue a este mundo y estoy rodeada de los afectos que él se aseguro que yo tuviera”.

En su posteo, que estuvo acompañado por una foto de ella, su hermano Felipe y el ex jurado del Bailando desayunando en la cama, le pidió a sus seguidores que le contaran cómo veían a su papá. “Un capo”, “Un genio”, “El Rey”, “Amaba ver su personaje y lo que realmente transmitían sus ojos. Su bondad, su pasión, su humildad y las muchas cosas que habrá echo sin necesidad de mostrarlo frente a las cámaras. El cielo está lleno de los mejores Ángeles que no deberían irse”, fueron algunos de los mensajes que recibió Martita.

Desde muy joven Ricardo había querido ser papá y pudo cumplir su deseo recién a los 36, gracias a una subrogación de vientre que realizó en Los Ángeles. A pesar de ser uno de los herederos de una de las empresas más importantes del país, no disponía de su dinero para poder afrontar el tratamiento y fue su padre, Carlos, quien lo ayudó.

"Estábamos en Alemania para ir juntos a una exposición de chocolates en Colonia. Le mostré la carpeta explicativa que me habían dado en la clínica. Se quedó callado. Repetí toda la historia y a la segunda vez me dijo que sí. Y me dio la plata… Mi viejo me regaló lo más importante que tengo en la vida: mis hijos”, contó alguna vez en diálogo con Gente.

El 24 de febrero del 2004, el sueño se concretó: “Llegué al parto y me dejaron cortar el cordón umbilical de mis hijos”. Como Martita y Felipe eran muy chiquitos, tuvieron que estar quince días en incubadora y el flamante papá no se movió de su lado. Allí lo acompañó su amigo, ex entrenador de Diego Maradona, Claudio Borges.

Una vez que los pequeños fueron dados de alta, se instalaron en Miami hasta que pudieron obtener los papeles para viajar a la Argentina, donde viven hasta hoy. Meses antes de morir, como si supiera que partiría joven, Fort hizo un poder a través del cual cedía la tutoría de los menores a su amigo y ex pareja Gustavo Martínez, si a él le pasaba algo.

Desde el 25 de noviembre del 2013 Martita y Felipe están a cargo del personal trainer. Los tres, junto con Marisa, la ex Leona y niñerea de ellos, viven en el departamento en el Barrio de Belgrano que compartían con Ricardo.

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