Los pedidos de ADN que tuvieron como protagonistas a los personajes más famosos de la Argentina

Desde Sandro hasta Juan Domingo Perón, cuáles fueron los reclamos de filiación que tuvieron en vilo al país

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Sandro, Gerardo Romano, Raul Taibo y Natalia Oreiro
Sandro, Gerardo Romano, Raul Taibo y Natalia Oreiro

El derecho a la identidad es el derecho más inalienable que tiene el ser humano. Y, gracias a la ciencia, en la actualidad es muy fácil determinar una filiación haciendo algo tan simple como un análisis de ADN. Sin embargo, a veces, llegar a esta instancia implica un largo derrotero. Sobre todo, cuando de personajes famosos se trata.

Sandra Junior creció creyendo que era hija de Carlos Borda, el legítimo esposo de su madre y de quién llevaba el apellido. Pero en el año 2005, poco antes de morir, su mamá le confesó que en realidad había nacido como fruto de una relación extramatrimonial que ésta había mantenido con Roberto Sánchez, Sandro. Desde entonces, la mujer comenzó la lucha por conocer su verdadera identidad.

Aunque lo intentó, Sandra nunca pudo llegar a conocer al ídolo. No obstante, en 2006 se sometió a un análisis de ADN extra judicial, que según le dijeron había dado negativo. Pero nunca se lo mostraron, por lo que ella no se quedó conforme y siguió adelante con su reclamo. A pesar de que, en enero de 2010 y sin que ella pudiera darse el gusto de abrazarlo, Sandro murió.

El primer paso lo consiguió en 2014, cuando logró la impugnación del apellido Borda. Y, desde entonces, comenzó un trámite de filiación para reclamar el apellido Sánchez. Pero se encontró con la oposición de Olga Garaventa, quien nunca creyó en su versión y se negó a facilitarle el camino a la verdad.

Sandra Junior
Sandra Junior

Finalmente, por decisión de la Justicia, a fines de 2015 se procedió a la exhumación del cadáver del ídolo para tomar una muestra de ADN. Y, aunque el resultado dio negativo, Sandra se mostró dispuesta a apelar hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia, asegurando que había habido muchas irregularidades durante el procedimiento en cuestión. De manera que el caso todavía no se considera resuelto.

Juan Manuel Fangio murió en 1995, soltero y sin hijos. Pero hoy, gracias al ADN, se sabe que en realidad tuvo al menos tres herederos como fruto de su relación con distintas mujeres. Uno de ellos es Rubén Vázquez, un jubilado de 77 años oriundo de Balcarce, a quien todos le veían un enorme parecido al ex campeón de Fórmula 1 quien, casualmente, era su padrino. Una vez, allá por el 2005, alguien le advirtió que si se hiciera un análisis de ADN "se llevaría una sorpresa". Y la duda lo llevó a hablar con su anciana madre, Catalina Basili, quien le terminó confesando la verdad.

Desde entonces, Rubén comenzó el largo periplo por conocer su identidad. El juicio de filiación le llevó 13 años hasta que la Justicia y le dio el apellido Fangio y lo declaró heredero de su fortuna. Esto fue gracias a que, en 2016, se había realizado la exhumación del cadáver del piloto para el estudio genético. Y el resultado fue positivo tanto para él como para Oscar Espinosa, su hermano paterno, quien había nacido cuatro años antes de la relación del campeón con Andrea Beba Berruet y ya se había sometido al análisis.

Rubén Vázquez, uno de los hijos de Juan Manuel Fangio (Gente)
Rubén Vázquez, uno de los hijos de Juan Manuel Fangio (Gente)

A diferencia de Rubén, Oscar siempre supo que Fangio era su padre, aunque éste nunca lo reconoció. De hecho, como piloto de Fórmula 3, en la década del 60 se hizo conocido como Oscar Fangio. Sin embargo, luego de que la Justicia rechazara en primera y segunda instancia su pedido de impugnación sobre la paternidad de Espinoza, le impidieron utilizar el apellido del ídolo. Hasta que, finalmente, en 2015 un estudio de ADN ratificó su versión. Y hoy mantiene una relación más que cordial con su medio hermano.

El tercero de los herederos es Juan Carlos Rodríguez, un ex ingeniero agrónomo también residente en Balcarce, que nació como producto de la relación entre Fangio y Sivia Rodríguez. También fue su madre quién le reveló el secreto de su identidad en 2016, por lo que se sometió a un estudio de ADN con Oscar Fangio, que dio como resultado que eran hermanos.

Muy distinto fue el caso de Claudia Zucco, quien en el mes de junio de este año se presentó en los medios diciendo que su madre, Lucía Paulina, le había confesado que era hija de Raúl Taibo. La mujer, de 47 años, relató que su progenitora había conocido al actor cuando ella trabajaba en la casa de la abuela de Soledad Silveyra , y que había mantenido una relación con él, en la cual había quedado embarazada de ella. Pero que, después, se mudó a Misiones y se casó con el hombre que luego le dio su apellido y la crió como su hija.

Raúl Taibo y Claudia Zucco (Intrusos)
Raúl Taibo y Claudia Zucco (Intrusos)

Al enterarse de la noticia, Taibo se mostró sorprendido. Pero se puso a disposición de la Justicia para someterse a un análisis de ADN que, finalmente, terminó arrojando un resultado negativo.

Una situación parecida vivió Liliana Patricia Pérez. Según contó la mujer, una tía le había asegurado que era hija de Gerardo Romano, por lo que en 2015 decidió ir buscar al actor y, tres años más tarde, optó por iniciarle un juicio de filiación.

Cuando Liliana apareció en los medios contando su historia, Romano explicó que no le había parecido muy congruente el relato de la mujer, cuando se presentó en su casa con una serie de fotos y una carta diciendo que era su hija. Sin embargo, aceptó someterse a un análisis de ADN, cuyo resultado negativo se conoció en julio de este año.

Gerardo Romano
Gerardo Romano

El trajinar de Enrique Luis Discépolo por ser reconocido como hijo legítimo del gran Ernique Santos Discépolo, no fue nada fácil. El hombre había nacido en México, como fruto de la relación entre su madre, Raquel Díaz de León, y el creador de "Cambalache". Pero, antes de que él llegara al mundo, el compositor regresó a los brazos de Tania, en la Argentina. Y nunca reconoció su paternidad, aunque dejó sobradas pruebas de ella en cartas y letras de
canciones.

Discépolo murió en 1951, algunos dicen, que agobiado por la tristeza de no haber tenido la dignidad de hacerse cargo de su hijo, cuyos padrinos eran ni más ni menos que Tita Merello y Luis Sandrini. En su testamento, le dejó su fortuna a la intérprete de "Esta noche me emborracho", quien había sido su pareja oficial aunque intermitente, y a su hermana, Otilia, asegurando que no tenía "descendencia natural". Y, como es sabido, por aquellos años nadie sabía que algún día habría un estudio que permitiría acreditar a ciencia cierta una paternidad.

Enrique Santos Discepolo
Enrique Santos Discepolo

Claro que, para cuando Enrique Luis pudo acceder a un ADN, su demanda en la justicia Argentina ya había sido rechazada hasta por la Corte Suprema y el suyo se consideraba un "caso juzgado". Pero luego se encontró un vericueto legal que determinó que él ya había sido inscripto como hijo de Discépolo en México y que, por tanto, debía ser reconocido como tal en la Argentina. Sin embargo, el hombre murió en mayo de 2017, justo antes de recibir el fallo favorable que sí terminó beneficiando a sus hijas, Julia y Daniela, actuales herederas de las regalías del compositor.

Martha Holgado pasó 14 años tratando de demostrar en los juzgados y en los medio de comunicación que era la hija de Juan Domingo Perón. Según su relato, su madre, María Cecilia Demarchi, había tenido una relación con el ex presidente allá por el año 33. Y ella misma, según contaba, había mantenido varios encuentros afectuosos con quien, decía, era su padre.

Martha Holgado
Martha Holgado

La historia resultaba creíble para muchos, sobre todo, teniendo en cuenta el parecido físico de Martha con el general. Sin embargo, la causa por filiación iniciada por ella en 1992 y que llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, concluyó con tres exámenes de ADN negativos. El último, se había dado a conocer en 2007, cuatro meses antes de la muerte de Holgado. Pero, al momento de fallecer, ella seguía reclamando una contraprueba.

El de Natalia Oreiro fue un caso inverso, ya que fue un matrimonio el que se presentó ante ella cuando tenía 18 años y estaba haciendo la tira 90-60-90, Modelos, para decirle que eran sus padres. La actriz, cabe aclararlo, nunca dudó de su identidad. Sin embargo, accedió a someterse a un análisis de ADN para darle tranquilidad a la pareja. Y, tal como esperaba, el resultado le dio negativo.

Natalia Oreiro (Crédito: Santiago Saferstein)
Natalia Oreiro (Crédito: Santiago Saferstein)

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