Ella era una bomba sexy que salió de Gran Hermano convertida en una rockstar decidida a volverse una actriz seria. Él, uno de los fotógrafos preferidos por las celebrities argentinas. Los mundos de Griselda Sánchez y José Cicala se cruzaron hace más de 10 años. Y ya no se separaron más. Hoy, además de ser padres de Ginna, comparten la pasión profesional en su primera película: Sola. Una noche, durante su embarazo, Griselda tuvo un sueño: "Me despertó y me contó una historia. 'Eso es una película', dije. Y la hicimos, muy rápido", recuerda Cicala, que debuta como director de cine de la mano de su mujer y de sus amigos Araceli González y Fabián Mazzei, con quienes fundó una productora que trabajará en diversos formatos. "Con Ara nos conocemos desde hace más de 20 años, desde siempre. Hace un año y medio estuvimos filmando un par de teasers para una serie que estamos proyectando, pero quizás una película como nosotros la pensamos es un poco más accesible hoy por hoy porque pensar en una serie de 13 capítulos es como pensar en 13 películas", explica Cicala, a quien esta vez le toca estar detrás de otra cámara. "Siento que, en esta instancia, la fotografía tomó movimiento. Es algo que tengo ganas desde hace mucho y juntos lo fuimos materializando. Fue increíble", reflexiona.
"Escribí, sobre todo, para poder actuar. Mi pasión es la actuación", dice Griselda, entre risas, quien además de Ginna es madre de Memé, ya adolescente. Pero la mendocina evitó el camino mediático con el que fue tentada al salir del reality más famoso del país, y prefirió los pasos firmes en el teatro "serio". "Cuando trabajé la idea (de Sola) obviamente me pensé como la protagonista, pero después podés tener a Ara. Y hasta yo misma digo: 'Pase, adelante, siéntese, todo suyo'", cuenta Sánchez, sin nimgún dejo de soberbia sobre cómo priorizo la película por sobre sus ambiciones personales. "Estoy súper orgullosa de que Ara pueda estar haciendo el protagónico de una película que yo soñé. Me quedé con un personaje que va un montón conmigo, que cuenta un poco lo que es la soledad y la pobreza del mundo. Me conecto fácil con ese dolor y me gusta poder contarlo".
—¿Cómo se llevan trabajando juntos? ¿Cómo se hace para no llevar los problemas del trabajo a casa, y viceversa? Cicala: —Es parte de lo mismo: nuestro mundo gira todo en base a lo que nos gusta. Griselda: —Compartimos mucho, nos gusta lo mismo. Creo que sufrimos más si no estamos juntos. Cicala: —Tengo 20 años más que ella, y cuando la conocí le empecé a hablar de (Luis) Sandrini. "¿Qué va a conocer Sandrini, (Pepe) Biondi, (José) Marrone?", pensé yo, y ella conocía absolutamente todo. Veía El Zorro; eso nos niveló de una manera increíble. Sentí toda esa afinidad para poder explayar más en todo lo que me gusta, que es lo mismo que le gusta a ella.
—Griselda, vos supiste reinventarte después de Gran Hermano y en lugar de ir por el lado del escándalo, por lo mediático y la temporada de verano, te convertiste en actriz con otro perfil. —Sí, no sé hacer eso otro. Y por ahí no me debe gustar, porque por algo no lo seguí haciendo. Hice mucho teatro independiente. Me permitió estudiar muchísimo y formarme. Yo apuesto todas las fichas a que hay que formarse; ese es el camino. —Hay mucha gente que ha salido de realities y, sin formación, se ha ido metiendo en los medios. A algunos les fue muy bien, otros duraron dos temporadas y no pudieron seguir. Me acuerdo que ese Gran Hermano en el que participaste vos tuvo 50 puntos de ratimg… —Sí, me arrancaban el pelo para guardárselo, iba a un lugar y lo tenían que cerrar para que yo pudiera comprar. Éramos los Rolling Stones, decía yo. —No renegás de eso tampoco. —No, no, en absoluto. Gracias a eso pude conocer los maestros como (Agustín) Alesso y Alejandro Catalán, que hoy es el coach de la película. Gracias a eso también estoy acá.