Los fanáticos por fin pudieron saber si sus favoritos ganaron en la única gran entrega de premios votada en su totalidad por el público. La ceremonia honró a los mejores del cine, de la televisión, de la música y de la cultura pop, en un listado con 43 categorías.
Las más destacadas de la noche fueron Victoria Beckham, galardonada con el premio al ícono de la moda, Nicki Minaj, que ganó como artista femenina y al álbum del año, y las hermanas Kardashian triunfaron con su reality estrella de E!, Mantenerse al día con los Kardashians.
Todo el organigrama del evento se cumplió al pie de la letra. A las 13, periodistas de todo el mundo, entre ellos, Teleshow e invitados especiales fueron agasajados con un cóctel en uno de los salones del lujoso hotel Fairmont Miramar. Luego la prensa fue trasladada hacia el lugar de las acreditaciones, para, finalmente, llegar a la codiciada alfombra roja. El dress code; elegante red carpet glam.
En la alfombra roja, la prensa mundial tenía asignado un pequeño lugar en ella. No se podía llevar nada para comer y solo se dio agua como refrigerio. Era casi imposible tomarse una selfie con las celebridades.
La gran expectativa estaba puesta en la reaparición de Kim Kardashian, tras haber sido evacuada de su casa por los incendios recientes. Al recibir su galardón dijo que estaba devastada por el fuego en California y por el tiroteo de Thousand Oaks: "No podemos enfrentar la devastación solos. Debemos continuar extendiéndonos y ayudándonos entre todos", expresó la mediática. Muchos de los ganadores también se solidarizaron con el tema, y sus premios fueron dedicados a las fuerzas armadas.
Todos los ternados se ubicaron en mesas redondas. El menú fue muy simples: snacks, gaseosas. limonadas y vino. El púbico también recibió en sus butacas un pequeño refrigerio (cerveza, vino y snacks). Cada vez que un invitado se levantaba de su silla, al regreso, su lugar estaba ocupado por un extra, el salón nunca debía verse vacío.
Durante los cortes publicitarios, pocos eran los invitados que se animaban a levantarse para saludar a algún colega o sacarse selfies. Custodiadas con un séquito de guardaspaldas, las hermanas Kardashian solo se vieron minutos antes de su premiación, y no se quedaron hasta final. Una vez recibido el premio, abandonaron el lugar.
Lo único prohibido: filmar la actuación de Nicki Minaj cuando ella estuviera cantando en el escenario. Bien custodiada, también, Victoria Beckam, disfrutó de la noche con total normalidad y dio uno de los discursos más largos.
Mientras el show era visto por millones de personas, detrás del salón principal, mozos, técnicos y organizadores corrían para que todo saliera a la perfección. Los baños se ubicaban en el exterior del hangar, en muy coquetos motorhomes. A la hora señalada, llegó el final del evento. En quince minutos, el salón fue desalojado, y todos los invitados fueron transportados en elegantes buses. Una noche llena de lujo, estrellas de carne y hueso y una inamiganible organización.
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