Hace teatro, radio y televisión. Sin embargo, Lizy Tagliani se define a sí misma como una peluquera. ¿Cómo fue el camino que tuvo que recorrer para pasar de cortar el pelo a encabezar la obra Mi vecina favorita y lucirse como panelista de El club del Moro, en La 100, y de Cortá por Lozano, en Telefé?
"Empecé a trabajar de peluquera en el '93 porque sabía que era un oficio en el que iba a poder crecer siendo quien soy. 25 años atrás la sociedad no estaba ni moral ni legalmente preparada para semejante travesti… Y, al no tener otras posibilidades de trabajo salvo la calle, busqué una ocupación en la que mi forma de ser fuera un plus y no una contra", le dijo Lizy a Teleshow.
Pero lo que comenzó siendo una salida laboral casi obligada, terminó siendo una verdadera vocación para Lizy. "Al principio no sabía nada, pero al poco tiempo ya hacía de todo. Y, hoy, la peluquería es mi gran pasión. Porque yo ahí crecí como profesional y como persona. Y si hoy soy ésta, es gracias mi familia y también a la pelu", aseguró.
Con una personalidad avasallante y un inigualable sentido del humor, en poco tiempo Lizy se convirtió en la peluquera preferida de la farándula argentina. "¡Empecé con los famosos tipo castigo! Yo estaba en penitencia en la pelu de Lomas de Zamora, así que me mandaron a trabajar a Capital.
Y ahí conocí a la esposa de Roberto Galán, que fue mi primer cliente famoso. Pero recién por el 2003 conocí a Connie Ansaldi y después ella me presentó a muchísima gente del ambiente", relató.
Otros personajes famosos que pasaron por sus manos fueron Valeria Gastaldi, Viviana Canosa, Nicole Neumann y el cantante internacional Alejandro Sanz. Y, entre secadores y cepillos, ellos terminaron convirtiéndose en los primeros espectadores involuntarios de sus monólogos. "Marcelo Polino, Connie Ansaldi y Dani Grimaldi siempre me decían que tenía que dedicarme a hacer shows. Hasta que hice uno y
vinieron a verme. Así empezó todo", explicó Lizy.
Lo cierto es que su talento no pasó inadvertido. Y, menos, para Santiago del Moro, quien en 2013 empezó a llevarla de invitada al ciclo Infama, en América, y la convocó para formar parte de la mesa de Mañanas Campestres, en Pop Radio 101.5. "Él siempre me aconsejaba y me sigue aconsejando. Es una persona muy importante en mi vida", dijo Lizy sobre el conductor de Intratables.
El resto, es historia conocida. Después de ese puntapié inicial, todo se precipitó en su carrera: Marcelo Tinelli la convocó para el Bailando por un sueño, en El Trece, Susana Giménez la llevó como humorista a su programa y formó parte de Peligro Sin Codificar, En qué mano está y Por
el Mundo, en Telefé, entre otros ciclos televisivos.
Paralelamente, Lizy siguió trabajando en teatro con obras como Casa fantasma, El show de Lizy, Recargada y Libérate. Y hasta se dio el gusto de tener una participación en la pantalla grande con un cameo en Me casé con un boludo.
No obstante, conocedora de los vaivenes del medio artístico, Lizy asegura que no tendría ningún problema en volver a las tijeras. "Creo que en el medio me va cada vez mejor, justamente, porque nunca estoy esperando nada. Al contrario, siempre me digo: 'Ahora se termina, me dan una
patada y vuelvo a la pelu'. Pero tampoco estaría mal, porque parte de mi vida está ahí", concluyó.
En la actualidad, Lizy sigue teniendo su peluquería de Recoleta, dónde una o dos veces por semana atiende a sus clientas más fieles. Así que hoy, al igual que todos sus colegas, estará festejando el Día del peluquero. Como corresponde.
SEGUÍ LEYENDO