Niall Horan en el Luna Park: su armadura es la guitarra

El ex One Direction cautivó a sus fans con un combo de canciones folk, pop y mucha charla

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Los globos celestes y blancos se intercalaban en la platea del Luna Park con los colores de Irlanda: naranja, blanco, verde. Argentina quedó afuera del Mundial, el 9 de Julio está cerca y el espíritu patriota iba buscando espacios en los que hacerse presente. Los fans de Niall Horan (chicas, en un 95 por ciento) mechaban el Himno Nacional con viejos hits de One Direction, la boy band de la que el irlandés fue parte. Y por la que todos estaban ahí. Esta fue la segunda fecha en Latinoamérica del Flicker World Tour, que había arrancado el miércoles pasado en el Movistar Arena de Santiago, Chile.

Niall Horan (Gentileza: Trigo Gerardi)
Niall Horan (Gentileza: Trigo Gerardi)

"Que vuelva 1D (léase uandi), la puta que lo parió", repetía la hinchada adentro, mientras afuera, centenares de padres esperaban bajo la llovizna porteña. El silencio se hizo cuando apareció Maren Morris, la cantante texana que con su banda viene teloneando a Niall. Con buena voz, una banda básica pero cumplidora y un setlist de country pop, Maren se metió en el bolsillo a la audiencia que vivaba por la aparición de su ídolo. Más tarde, Maren aparecería de vuelta para cantar a dúo Seeing Blind.

Niall es un cantante de 24 años que ha pasado la mitad de su vida perseguido por los flashes y por los fans de todo el mundo. También por el carisma de sus ex compañeros de banda: el lindo de Harry, el canchero de Zayn, el sensible de Liam y el pícaro Louis. One Direction fue una banda de laboratorio, salida del reality británico The X Factor en 2010 y apadrinada por el pope de la industria musical, Simon Cowel. Lejos de ser un simple rejunte de caras bonitas y voces pasables, el grupo se posicionó como una suma de talentos.

Tras su separación, los cinco chicos han salido al ruedo con carreras solistas que se perfilan de lo más exitosas y peleando por los primeros puestos en todos los rankings. Pero para emerger del capullo 1D, cada uno debió terminar de forjar una personalidad definida, y la de Niall fue una grata sorpresa que pudo disfrutarse en el Luna Park de anoche. El cambio de look no es un dato menor, el ex rubio por fin dejó los tintes para el cabello y en esta nueva etapa se mostró castaño tal cual es. Al natural.

El ex One Direction, con la bandera argentina (Gentileza: Trigo Gerardi)
El ex One Direction, con la bandera argentina (Gentileza: Trigo Gerardi)

La guitarra colgada –casi todo el tiempo que estuvo sobre el escenario- tampoco pasa desapercibida y le permite no tener que hacer ni uno de esos pasitos clásicos típicos de las pop stars. El instrumento lo paraliza, lo deja quieto frente al micrófono haciendo lo único que quiere hacer: cantar y tocar. Sin cambios de vestuario, sin coreografías, sin luces locas ni bailarinas. Con una banda más cerca de Travis que de sus ex colegas y con una impronta personal más Jake Bugg que Robbie Williams (el showman que también salió de una boy band), Niall desplegó 18 canciones en poco menos de dos horas.

La lista de temas se basó en Flicker, su primer y único disco solista (On The Loose, Paper Houses, The Tide), aunque no faltaron los guiños a One Direction. Fool's Gold fue aplaudida a más no poder y para cuando sobre el último tramo sonó Drag Me Down, ya no había 4G que aguante tanta story en Instagram. El fandom estaba en llamas. Fue muy bien recibida la versión pop rock de Crying in the Club, de Camila Cabello, pero fue una revelación cuando interpretó Dancing in the Dark de Bruce Springsteen.

Su público colmó el Luna Park (Gentileza: Trigo Gerardi)
Su público colmó el Luna Park (Gentileza: Trigo Gerardi)

La remera negra, los pantalones tiro alto y la guitarra apretada contra el pecho… Se vio a un Niall no tan diferente de The Boss. Dio gusto oírlo elevando el tono de voz y disfrutarlo finalmente sin el coro del público que sí, a veces canta más alto que el propio protagonista. La charla entre tema y tema fue animada y antes de hacer este clásico, Niall comentó "amo esta canción y admiro mucho a Bruce Springsteen. Esto es increíble".

Entonó 18 temas en poco menos de dos horas de show (Gentileza: Trigo Gerardi)
Entonó 18 temas en poco menos de dos horas de show (Gentileza: Trigo Gerardi)

La noche cerró con Slow Hands y Mirrors. Fascinado con lo pasional del público y agradecido por la convocatoria, Horan prometió volver. Y aunque comenzó el show casi serio, lo terminó con una sonrisa de oreja a oreja ya que su primer encuentro con el público argentino después de One Direction resultó ser de lo más cálido. El apodo del astro norteamericano bien podría ser inspiracional y hacerle sentir a Niall que ahora no le hace falta nada más que su voz y su guitarra para ser, por fin, El Jefe.

Por Marianela Insua Escalante

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