Lollapalooza gourmet: comidas para todos los gustos, food trucks, patio cervecero y un innovador método de pago

Maravillosos sandwiches de lomo o bondiola, pizzas de primera, hamburguesas vegetarianas, comida vegana, menús especial para celíacos y tacos mexicana. En el Lolla nadie se queda con hambre

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Tacos mexicanos de primera (Foto: Mauro Franceschetti)
Tacos mexicanos de primera (Foto: Mauro Franceschetti)

Hay un carrito tipo bicicleta yendo de acá para allá por el Hipódromo de San Isidro. Tiene una sombrilla roja, una especie de conservadora con una olla de agua caliente, y un ploteo que dice Lollapalooza. Es el puesto ambulante de Fito.

Cobra 100 pesos el pancho y lleva con él todo tipo de aderezos. Trabaja con Juan, también vendedor ambulante que lleva las bandejas de Coca Cola. Entran 20 latas por bandeja y suele llevar de a dos. Recorre con sus bebidas los cuatro escenarios y el campo entero del festival. Cobra 80 pesos la lata.

Sándwiches gourmet
Sándwiches gourmet

Los dos saben del oficio. Por caso, Juan trabaja en la cancha de River hace 12 años, siempre vendiendo Coca. Hoy domingo por ejemplo van a trabajar en el Lolla y después se van al Monumental.

Llevan con ellos una consola extraña, una pequeña computadorita con la que cobran lo que venden. Nada de efectivo, nada de problemas de cambio. Los chicos se acercan, piden lo que quieren, y en vez de pagar con plata pasan una pulsera que les fue entregada con la entrada. En ella tienen que haber cargado dinero en los puestos destinados a eso. Lo que se carga se va descontando con las consumiciones. Una especie de Sube hecha para la ocasión, con la diferencia de que la plata no gastada luego se devuelve.

Comida gourmet y toda la onda
Comida gourmet y toda la onda

Juan se divierte en el festival, pero dice que es duro estar tantas horas con la bandeja a cuestas. "Hace 12 años trabajo en la popular de River… te imaginás que ahí es bastante más picante que acá la cosa, ¿no? Acá son todos pibitos buena onda, es un placer", dice. Mientras en la cancha vende promedio 300 cocas por día, el viernes en el Lolla vendió cerca de 1000.

La gastronomía, presente en el Lollapalooza
La gastronomía, presente en el Lollapalooza

No es el único caso. La oferta de comida es amplia. Además de los carritos que recorren el predio (los hay de bebidas, de pastelitos portugueses, de helado), hay dos sectores gastronómicos con posibilidades más elaboradas.

El carrito de pasteles
El carrito de pasteles

En un sector hay food trucks y en otro (en muchos casos las marcas se replican), hay una especie de pasaje en el que se puede elegir de todo.

Uno de los puestos que más vende es el del Almacén de Pizzas. El viernes vendió cerca de 8 mil porciones de pizza, en las tres variedades que ofrecen: muzzarella, cheddar y panceta y pepperoni.

Maxikiosco para los más golosos
Maxikiosco para los más golosos

Además de la gente que maneja el food truck, hay otras veinte personas corriendo de acá para allá en el puesto fijo. Según cuentan, se vende en tres días de festival casi la misma cantidad de porciones que en un local tradicional durante todo un mes.

Como en todo buen festival de vanguardia, hay opciones para vegetarianos, celíacos y hasta veganos (sobre todo concentrados en lo que llaman el "Espacio Verde"). Y también, por supuesto, variadas espacios para comer carne. Entre las opciones más destacadas, está el puesto de Los Petersen, Pani, La Posada, María Félix, La Dorita, Carne, y muchos otros.

Hay pizza de muzzarella, cheddar y panceta, y pepperoni
Hay pizza de muzzarella, cheddar y panceta, y pepperoni

La Dorita vendió en los dos día que pasaron un promedio de 4 mil porciones por día, algo así como 800 kilos de carne diaria, divididos entre sándwiches de bife de chorizo, bondiola y hamburguesas. Por supuesto, tienen su opción de hamburguesa vegetariana. Así sucede en casi todos los puestos.

Sandwiches de lomo y bondiola con rúcula: un éxito
Sandwiches de lomo y bondiola con rúcula: un éxito

También hay venta de crepes, de comida mexicana, de sandwiches raros, y hasta de golosinas (hay un puesto de Open 25, una cadena de maxikioscos).

En todos ellos, como en cada carrito, se paga con la pulsera. El sistema al parecer funciona por varios motivos: no hay problemas de cambio, no hay inseguridad, los chicos no tienen que manejar plata y no hay grandes recaudaciones que corran riesgos.

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No es la única innovación del Lollapalooza. Uno de sus aspectos más destacables es el Patio Cervecero, manejado en esta edición por Corona. En otros años no se pudo vender alcohol por prohibición municipal, y en esta edición se llegó a una solución.

El Patio Cervecero, pero con muy buenas reglas: solo dos cervezas en todo el día
El Patio Cervecero, pero con muy buenas reglas: solo dos cervezas en todo el día

Aquellos que quieran tomar una cerveza pueden hacerlo, pero con ciertas condiciones. Primero, no se mezclan con el resto del público sino que tienen que atravesar unas barreras con controles y entrar en una especie de corral muy grande y muy bien ambientado. Para acceder, claro, hay que mostrar el documento, te entregan una pulsera más y te aclaran que solo se pueden consumir dos cervezas por persona por día.

Crepes dulces y salados
Crepes dulces y salados

Cada vez que uno va a comprar una tiene que presentar el documento, lo pasan por un escáner y te entregan la cerveza. A la segunda, lo mismo. Pero si uno quiere ir por una tercera, cuando escanean el documento la máquina hace un sonido reprobatorio y te dicen que ya superaste tu límite diario. Es decir, no te venden esa tercera cerveza. Es, de algún modo, un patio cervecero a prueba de alcoholemia: si uno pasa todo el día ahí y consume dos botellas (de 360 centímetros cúbicos, aproximadamente), se podrá ir manejando sin exceder el límite de alcohol en sangre. Aplausos para el que tuvo esta brillante idea.

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