Así como Wanda Nara adoptó el flamante término botinera (creado en realidad por Nazarena Vélez), su relación con Mauro Icardi inauguró un nuevo verbo. Icardear: dícese del hombre que, sin prurito alguno o bien preso del amor, traiciona a su mejor amigo al intentar conquistar a su mujer. Pero claro, aquí nadie obligó a nadie: ella también aceptó. Y a fines de noviembre empezaron a salir.
El amigo de Icardi -¡y compañero suyo en la Sampdoria!- era Maxi López, a quien le costó mucho conjugar el nuevo verbo. Y según Wanda, con quien tuve tres hijos, hizo lo imposible en un principio por entorpecer la relación.
A la par del romance y la pasión llegaron los negocios. Wanda y Mauro también facturaron -y bromearon- con la icardeada.
A escasos seis meses de la ruptura con Maxi, los tortolitos dieron el sí en el Registro Civil de San Isidro.
Y siguió la alta exposición, con él dedicándole sus goles:
Y ella dedicándole sus tatuajes:
Mauro, en una de las cualidades que más le elogia Wanda y más le critica Maxi, construyó un gran vínculo con Valentino, Constantino y Benedicto López. Y quiso ser padre: Francesca Icardi nació el 19 de enero de 2015. Y ya está, ¡no quería más hijos! Pero su esposa lo convenció… Y el 27 de octubre de 2017 llegó Isabella.
Si algo caracterizó a la relación de Wanda e Icardi fue una vida lujosa que hizo de la ostentación su razón de ser.
Claro que también mostraban, sin querer queriendo, su intimidad…
Hoy, después de tanto vivido en tan poco tiempo, el amor entre ellos estaría tambaleando. El tiempo dirá si esta nota merecerá, en breve, que sean agregados nuevos videos o que, por el contrario, cada uno siga su propia crónica. Y… ¿quién sabe? Quizás inaugurando nuevos verbos.
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