Los Ratones Paranoicos, otra vez juntos: "Volvemos porque la gente así lo quiso"

Regresan a los escenarios tras una pausa de seis años. Juanse, Sarcófago y compañía avisan que harán covers de sus propios clásicos, pero tienen un as bajo la manga, o más bien dos, en forma de temas nuevos. "Y son muy buenos", dice el cantante

Compartir
Compartir articulo

Desde Villa Devoto conquistaron la Argentina, y siguieron viaje por distintos países de Sudamérica con un único lema: hacer el mejor rock and roll. Los Ratones Paranoicos lo consiguieron por casi tres décadas, desde 1983 a 2011, cuando entraron en un impasse. Habían dejado atrás un tendal de canciones emblemáticas del rock nacional.

Pero un día, Juanse, Pablo Sarcófago Cano, Rubén Roy Quiroga y Pablo Memi decidieron regresar. Y lo harán una noche, claro: la del 16 de septiembre, en el Hipódromo de Buenos Aires. Y con más fuerza que nunca, ante una multitud de fanáticos que los acompañarán como en aquellos tiempos.
Porque para ellos, como dice Juanse, es el momento subir a un escenarios.
Y para nosotros de verlos juntos, de nuevo.

—¿Cómo fue que volvieron a unirse?

Juanse: —Llegamos de la mejor manera que pudimos. Pero estamos muy contentos porque sin este paréntesis que tuvimos, jamás nos hubieran hablado de esto que está ocurriendo, de la expectativa de la gente que tiene ganas de ir al show el 16 de septiembre. Después, lo demás es seguir lo que iniciamos en el reencuentro con los ensayos y la preparación del show.

—¿Qué es lo que más extrañaron del grupo?

Juanse: —Es difícil de encontrar algo.

—¿Y lo que menos extrañaron?

Juanse: —La verdad que no es una cuestión de extrañar. Simplemente son ganas de tocar. Obviamente cada uno de estos años seguimos tocando, tuvimos un montón de experiencias musicales. Lo que pasa es que, cuando nosotros nos juntamos, se conjugan varios elementos que hacen que nuestro cerebro explote y nuestro corazón crezca y se sobredimensione, para hacer el rock and roll que es el estilo que hicimos tantos años. Ahora es el momento de tener esa sensación de que uno vuelve porque la gente lo quiere.

—¿Este reencuentro es más de la gente que de ustedes?

Juanse: —Nuestra estrategia, si se puede llamar estrategia, no está. Simplemente somos cuatro amigos que armaron una banda hace 30 años, que hemos hecho todo, que no le podemos pedir nada más a nadie. Agradecidos totalmente a Dios.

—¿Todo hicieron?

Roy Quiroga: —Casi todo.

Juanse: —Por la carrera que tuvimos, por los discos que sacamos, por la respuesta que conseguimos siempre. Es una forma también de agradecerle al público.

—¿Qué falta hacer?

Sarcófago: —Volver a tocar ante una multitud que nos viene a ver. Nada más. Eso también es interesante. Antes era todo lo contrario, era tratar de volver a tocar en lugares chicos. Eso lo pudimos ver al estar separados. Ahora, que esté toda la multitud y que estén todos saltando, no me va a disgustar en absoluto.

Juanse: —Es verdad. Es pensar en un momento. Si Dios quiere va a empezar y terminar bien con un gran show que tenemos preparado, y con todo las ganas que teníamos de escuchar ese sonido, de escuchar rock and roll de verdad hecho por nosotros. Siempre fuimos una banda de componer, aunque en su momento nos gustó hacer covers. Y ahora tal vez estaremos haciendo nuestros propios covers. Algo que aparece como una especie de bizarra conjetura. No serviría de nada hacer todo este espamento si estuviéramos pensando en dar un show en una pizzería. Lo cual tampoco nos disgustó nunca… Pero esta vez, es el momento de Hipódromo.

—¿Hay temas nuevos?

Juanse: —Sí. Hay dos canciones nuevas. Muy buenas. Eso también justifica con creces esta presentación.

—¿Qué aprendieron de este tiempo que estuvieron separados?

Juanse: – Yo, menos latín, de todo. Ahora voy a intentar estudiar latín para comprender unas cosas pero nada más.

Memi: —Siempre se aprende. Acá, con mi colega Roy, somos una sección rítmica única.

Roy Quiroga: —Inseparable.

Memi: —Incluso, intentamos separarnos. Pero no hay caso.

Sarcófago: —Yo estuve tocando, e hice muchas amistades en el interior, tocando. Eso es lo más importante de todo.