Días atrás se entregaron los Estrella de Mar, en Mar del Plata, y los Premios Carlos, en Villa Carlos Paz. Y la mayor concentración de gente mal vestida tuvo lugar en las sierras cordobesas… Pese a contar con la peor luz para fotografiar, y con cualquier intruso que ensuciaba el plano, muchos decidieron posar frente a los fotógrafos. Y los menos salieron victoriosos… ¡Felicitaciones a los valientes!
¿Quién será el responsable de convencer a una mujer de que vaya vestida… ¡así!? ¿Carmen Barbieri fue amenazada? ¿Hipnotizada? ¡¿Le dieron algo de tomar y perdió la razón?! Es importante evaluar "esto"… Hoy, ¡no!
Inexplicablemente luce extensiones al mejor estilo Alejandra Pradón, ¡y viste como ella! Es el peor escote que Fátima Florez puede elegir. Drapeado bordado, traslúcido y exageradamente ajustada, lleva el mote de la mujer más talentosa… ¡peor vestida! A Fátima hay que disfrutarla sobre el escenario. ¡Hoy no! Y su marido está a la altura: mal…
Es el amigo ideal para cualquier asado o salida de tragos. Su uniforme, de zapatillas, jeans y camisa, ya no importa: con su impronta de buen chico, Pedro Alfonso sale bien parado. Hoy, sí.
¡Se lo tomó en serio! Maquillada y peinada para la ocasión, Noelia Marzol lució un vestido de Claudio Cosano que le quedaba muy bien.
Tuvo una boda de día, y decidió pasar por la entrega de premios… La hora (fatal) y tanta cantidad de gente mal vestida hizo que Anita Martínez luciera correcta. Lo lleva muy bien. ¡Hoy sí!
Un gran artista que se ocupa mucho de sus looks, no en apariencia sino más bien en lucir diseño. Y aquí, Favio Posca está muy bien.
Recurrió a un vestido blanco bordado, en un género de dudosa calidad, con unas sandalias fatales que le quedan peor… Pero Luisa Albinoni tomó la mejor decisión al peinarse distinto y mejor, preocupándose por verse como lo que es: una estrella. Además, posó muy bien. ¡Hoy sí!
Posar bien, con tanta gente mal producida alrededor, ¡y con esa luz! Milagrosamente, no se ven sus feos zapatos, pero Laura Bruni eligió un buen color, un lindo vestido y un peinado impecable. ¡Hoy sí!
Si la foto hubiera sido dos horas después, con menos sol, no veríamos las distintas calidades de las prendas. Hace años que no encontraba un saco de tres botones, ¡y un cinturón marrón! Colgante innecesario en el cuello, y con anteojos para esquiar. Roberto Peña es un gran artista que se equivocó.